jueves, 5 de marzo de 2020

CAMINAR FELIZ ES CAMINAR EN PAZ

   Nada puede realmente acabar con lo que en esencia eres. ¡Despierta! Todo es un milagro. Sé feliz por ser y con sencillez camina en paz. Camina, sí, por este mundo sin miedo y abierto a amar al prójimo como te amas a ti mismo, como amas al Amor y la Vida. No te amodorres tras rencores y temores. El Amor nos invita a cada instante a despertar de nuestro sueño de dolor y muerte. Todo nos sorprende para bien si sabemos mirar más allá de nuestros juicios y limitaciones. No apropiarse de razones o creencias nos apertura a lo inesperado y milagroso. Quien vive agradecido es feliz; y quien es feliz conoce a Dios; porque en la dicha todos están incluidos en nuestro corazón perfectamente enamorado del Amor mismo, sin rencores, angustias ni ruines vilezas. Confiando en la vida, ahora, tal y como es, para mayor gloria de Dios, y no de nuestra importancia personal, todo recobra sentido y eternidad, pureza y plenitud. Por tanto, demos gracias a Dios por la vida y cualesquiera sean nuestras peticiones de Amor se transformarán por Su gracia en un constante dar Amor para, así, conservarlo para todos... porque, quien comparte de corazón conserva lo esencial para la totalidad de la creación.

   No te angusties por las dificultades (todas ellas son transitorias), deja que tu alma cante bendiciones al son de un corazón pleno por la devoción humilde y sincera al Amor de Dios... Sí, amig@, camina, danza y fluye al ritmo rebosante de la alegría de reconocer cómo la vida, a pesar de todas sus contrariedades, vale la pena vivirla, sentirla, compartirla. Permítete, pues,desde lo más hondo del alma ser canto de oración agradecida. Exclama a los cuatro vientos: -Gracias, ¡oh, Dios! Eres una agradable y preciosísima sorpresa continua... reconfortante lluvia en la sequedad; viento seco en la inundación; palabra certera e impersonal en el silencio; y silencio en el parloteo inconsistente de los conceptos personales; empuje para marchar en la detención temerosa; reparador reposo en el trasiego insensato; alimento de vida eterna para el hambre mortal; y agua fresca que calma la sed de plenitud, discurriendo como un infinito río para todos los que en él quiera bañarse... Gracias, ¡oh Dios! por ser sonrisa amigable cuando rompía a llorar de puro desaliento; y lágrima humilde cuando me dejaba llevar por la euforia del engreimiento. Gracias por ser atronador grito de aviso cuando iba a realizar un acto dañino e insensato, deteniéndome al punto; y gracias, también, por ser susurro apaciguador cuando todo aúlla lamentos, acusaciones e imprecaciones pretendiendo encolerizarme. Gracias, ¡oh, Dios! por ser mazo que resquebraja el pesado pedrusco del miedo y la culpa. ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! por ser dulce brisa que acaricia mis mejillas ardientes y huracán que aparta sin dilaciones todo lo que sobra... Eres melodía suave en la meditación y enérgico tono en la acción; luz en las tinieblas; alegría en la desdicha; paz infinita en medio de conflictos, batallas, desplantes, rupturas y desconciertos; bendición universal y esencial que desvanece la maldición de lo particular y especial; certeza sencilla que acalla la complicación de las dudas y recelos. Gracias, ¡oh, Dios! Tú estás más allá de toda apariencia, contradicción y transitoriedad; Eres inmanente y trascendente a todos los rostros, sin ser ninguno de ellos en particular; más, todo, todos, sucedemos en Ti, y Tú nos colmas de bendiciones que, ahora, mientras recorro libremente el camino de Amor que me conduce a ti, esperanzado y agradecido te las devuelvo, porque lo mismo es dar que recibir, amar que ser amado, bendecir que ser bendecido, plenificar que ser plenificado.

   No te excluyas excluyendo ni te limites limitando. Compartimos tod@s un único Dios. Y vive en cada uno de nosotros infinitándonos en Él. No somos cuerpos ni personalidades aparentemente separadas. No busques más que la carne sea tu hogar, sino que ahora sé un templo consagrado a Dios retornado, en humilde y agradecida peregrinación de paz y Amor, a Él; dándole a nuestro prójimo aquello que Él quiere que sea dado. No temas, Dios no falla; jamás te faltará nada que precises para la culminación de Su plan. Mantente, por tanto, en orante silencio y paz interior, para escuchar Su Palabra y guía, mientras avanzas hacia el Cielo;. No lo dudes, Dios te hablará, alentándote y reconfortándote, mientras te recuerda que te Ama, que eres Su Hijo Amado, tanto como tu prójimo -ni más, ni tampoco menos-; y que en ti se complace; porque, en esencia y en verdad, eres puro, eres espíritu, eres santo, eres eterno y bienaventurado. Escúchale bendecirte cuando te confirma: -eres vida en Mi Vida, ser en Mi Ser; en ti la Creación es una extendiéndose en perfecta comunión por siempre. No temas, te Amo sin medida ni condición alguna; no confundas este absurdo juego de paradójicos opuestos, en el que lo egoico se enzarza en obtenciones absurdas, con la verdadera vida; ni tomes al tiempo y sus formas como Mi Creación. Únicamente el Cielo es tu Ser en Mi, el ser de todos y todo en Mí, en informe y completa unicidad. Así que no te apropies ningún rol que parezcas representar, permite que tan sólo sean instrumentos para la ruptura de pactos especiales, que sólo traen sufrimiento y muerte, y sirvan como nuevas alianzas de santidad, libertad, plenitud y paz de espíritu. Así que, caminemos felices hacia el Amor de Dios por la senda agradecida de la paz. Cada día tiene su afán..., te irá bien. Camina con fe... camina... camina... camina hasta que sólo haya infinitud...hasta que sólo haya Divina Unicidad.

KHAAM-EL




Te invito a sumergirte 
en la cadencia del mantra
'Baba Nam Kevalam'
que significa:
'Únicamente el nombre (o vibración) de Dios'.

Ahora dirígete al ahora...
Ahonda... Medita...
Sé feliz... Queda en paz.




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