sábado, 21 de marzo de 2020

BREVES REFLEXIONES A CONSIDERAR (y 37)


           1.
   El apego da importancia a lo circunstancial; y si con él buscas la libertad en las circunstancias, tomarás lo superfluo por esencial. Más, recuerda que aquello a lo que das mayor importancia gobierna tu vida. Por tanto, darle mayor importancia al supuesto beneficio de las cosas y ocurrencias externas sobre lo interno, termina esclavizándote a ellas.

           2.
   A los que cansados de los oropeles del mundo os volvéis hacia la Verdad y la Vida del Espíritu, recordaros que sois la sal de la tierra y que debéis andar por la orilla del camino: humildes, confiados y solícitos en ayudar a quien os lo requiera. No temáis. Buscad y encontraréis, pedid y ya tendréis, llamad y se os acogerá... Sentid el florecer de vuestra Alma. No os adormezcáis, permaneced abiertos y vivenciad cómo los obstáculos son, uno tras otro, milagrosamente atravesados... Y tras ellos, la Luz, la Luz plena del Ser Uno en el infinito Amor de Dios.

            3.
   Nada ni nadie podrá jamás cambiar la feliz plenitud que en su intimidad halla quien de manera libre, voluntaria e inquebrantable, pone su voluntad no en obtener para sí sino para el mayor bien del conjunto de la humanidad, sin exclusión de nadie (ya sea de antaño, de hoy o del porvenir). Esa actitud, y ninguna otra, es la segura y estrecha puerta de entrada al Reino de los Cielos.


           4.
   Medita:
   Cada vez, ahora, más cerca.
   Cada vez, aquí, más profundo.
   Cada vez, sin duda, más alto.
   Cada vez, seguro, mayor alcance.
   Cada vez, allende las paradojas, más útil.

           5.
   Encuentras la paz, la paz más allá de todo entendimiento, cuando te detienes y te contemplas y te reconoces y te vivencias como inseparable de la vida, de lo santo, de lo amoroso, de lo divino... Justo ahí donde el prójimo es uno contigo en la eternidad, más allá del tiempo y sus breves formas. Y ahora vives en el mundo de otra manera, ya no lo deseas ni lo temes... lo trasciendes.

            6.
   La fe nos otorga la fortaleza que viene de Dios. Por eso, verdaderamente fuerte es aquel que es capaz de sentirse bien, en paz, confiado y lleno de Amor, incluso rodeado de feroces tormentas, inesperados peligros y amargas tribulaciones. Persevera. Observa. Comprende. La oración sincera y la meditación constante nos muestran el rostro infraccionable de lo divino, del que no somos aparte.

KHAAM-EL




La claridad es vivencial subjetividad pura...
trasciende todo objeto y todo concepto.
Hallándose así la Respuesta que acaba con todas las respuestas
fabricadas por un inexistente preguntador.
Ahora sólo todo Consciencia inorillada,
Nuestra naturaleza esencial y verdadera.
Libertad, plenitud, vida y eternidad de SER.




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