ACERCA DEL MAL

      ¿Qué es el mal? -me preguntan algunos con inquietud y angustia en estos tiempos de incertidumbre económico-cultural-ideológico-sanitaria. 

    Cuando en el nombre -respondo- de la Verdad y lo conveniente, farisaicamente se miente, escandaliza y alarma; cuando la Justicia no es más que una palabra desacreditada mediante la instauración, acomodación y finalmente sumisión a una pantomima legalizadora de lo vil e injusto; cuando se maquina e intriga en lo oculto, aborreciendo y temiendo lo claro y trasparente; cuando uno alienta disimulada y taimadamente la división y el odio, autocalificándose adalid de la unidad y la fraternidad; cuando se escoge el confort propio y el granuja aplauso de las élites dirigentes, a encarar la adversidad o arrostrar el vil oprobio por laborar en favor del Bien esencial de la Humanidad; cuando el Dinero es el rey y la Codicia su reina consorte en el corazón humano, engendrando monstruosas generaciones de insensible frivolidad y avara comodidad; cuando se cercena la Libertad descalificando, censurando y persiguiendo airadamente a todo aquel que no se ajuste a los parámetros establecidos hipócritamente en nombre de esa misma Libertad supuestamente aclamada; cuando se escoge la inoperante cobardía egoísta como modus vivendi en lugar del coraje de realizar lo válido y ciertamente correcto: escuchar, alentar y compartir con el necesitado tanto lo material como lo inmaterial; cuando lo arbitrario se instituye como digno y razonable mientras lo coherente se infama y denigra; cuando se niega a DIOS endiosando lo humano, o (en detrimento del DIOS Vero y de todos) se idealiza a un dios -o dioses- tan especial como falso que oye o favorece a unos más que a otros, según ceremonias u ofrendas de exclusiva atención.

    El mal, pues, es querer brillar más que el prójimo; hacer trampas y cometer tropelías ocultándolas con engaño para obtener lo deseado; apartar lo eterno y sutil para ensalzar lo temporario y burdo, o, lo que es lo mismo, absolutizar lo relativo al par de relativizar lo absoluto; la vanidad, la soberbia y la estupidez -en definitiva- de creerse uno la medida de todas las cosas.

KHAAM-EL