Contemplo desde los siglos que los suceden la luz de sus reflexiones, conversaciones e intuiciones.
Su recuerdo sobrevive los innumerables meandros de la Historia revelando ríos eternos de esenciales 'ideas'...
Muchos egregios y anónimos nacieron y murieron, asimismo otros muchos nacen y mueren, y otros tantos nacerán y morirán, mas todo lo que fueron, son y serán en su núcleo, perdura incólume más allá de las 'sombras' fugitivas proyectadas en las pétreas paredes de una derrumbable y engañosa 'caverna' de la que una ignorante muchedumbre prefiere no salir por miedo a la luz.
El alma de todas las 'rosas' y de todo lo viviente pervive fragante en el "Fedón", y el buen gobierno y las amables relaciones en la ideal "República", junto a tantas y tantas platónicas obras que plasman la sabia mayéutica socrática; del buen hacer de ese 'partero' de la conciencia consciente llamado Sócrates, ese filósofo maestro y amigo de Platón, buscador incansable del bien y de la verdad, que 'sabía que no sabía', y que mediante directas e incisivas preguntas guiaba a sus discípulos a encontrar respuestas ya latentes en ellos, luminosas como el sol de mediodía.
Sirva este breve y humilde escrito (a quien no los conozca en profundidad) como invitación a ahondar en su común modo de encarar la vida, como agradecido homenaje a tan honesta búsqueda por amor a lo veraz, y por sus didácticas indicaciones para el descubrimiento de aquello que trasciende la ilusión de los frágiles sentidos corporales: aguzar clara la razón en la honesta autoindagación, junto a la ecuánime observación de lo que hay.
Hermoso y benéfico legado, sin duda, de cómo afrontar tanto la vida corporal como el término de ésta el que ambos dejaron a la humanidad; facilitando nuestro despertar a la plenitud de ser, a la íntima e iluminadora vivencia derivada de la sabiduría perenne, si con constancia y ánimo humilde junto a ellos ahondamos en sus inmortales enseñanzas.
KHAAM-EL
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