1.
El yoísmo desvirtúa la palabra, zarandea la calma, ofusca la mirada y diluye la esperanza, porque aquel que engaña se miente, aquel que agrede se hiere, aquel que culpa se prende y aquel que odia perece.
2.
La lección de la humildad en propia carne se siente, en propia sangre se vive, en propia mente se aprende, hasta comprender aquello que es antes de toda carne, de toda sangre y de cualquier mente, aquello que realmente se es en esencia y en verdad: fraterna unicidad de vida; espíritu, y no cuerpo; ilimitud, y no envenada sangre; consciencia pura, y no mente aparte... Amor, jamás un ego.
3.
El Amor siempre nos amó, ama y amará primero, en libre decisión creadora. Es deber nuestro ser agradecidos, agradeciéndoLe el poder devolvérSelo en una dación infinita que, en su continuo darSe y recibirSe, crea y se recrea en Plenitud de Vida Eterna... Pura Dicha, Bendición Incesante, Comunión de Espíritu y Paz Inefable... DIOS VIVO en Uno, en Todos y en Todo... Sat, Chit, Ananda.
4.
La división de incógnitas más la fe, multiplicada por el Amor menos el miedo, es igual a esperanza consumada... No hay límite para el fraternal latido. La función consciente es eterna flama: el Espíritu tiende a infinito, infinitamente.
5.
Ser o parecer ser. Consciencia o ego. Realidad o alucinación. Comunión o ruptura. Verdad o mentira. Humildad o arrogancia. Amor o miedo. DIOS VIVO o frágil carne caduca.
6.
Siempre ahora el horizonte confluye aquí, eterno. La limpia mirada impele a la consciencia allende los dominios de tensa apariencia... Y se diluye la densidad del cosmos en cuanto la forma siente su honda esencia, revelándose la inmensidad del Espíritu en toda la magnificencia de su inacabable comunión de Dicha, Amor y Sustancia.
KHAAM-EL
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