martes, 13 de junio de 2023

SUBYACENTE TRASCENDENCIA

    
En lo imperfecto, ilusorio e inestable, subyace lo real, perfecto y eterno que lo trasciende. Por eso, no valorar ni asirse a lo cambiante como si fuese permanente facilita la vivencia de la plenitud vacía de ego: La Inefable Intemporalidad Divina.
    ¡Alégrate y no temas! Subyace en los diversos aconteceres del mundo una gracia que hasta lo más retorcido, tenebroso, perdido y malvado acaba por enderezar, iluminar, reconducir y santificar. Porque, en la milagrosa danza que Lo Inefable e Intemporal despliega en lo tosco y caduco, a todo desfallecimiento le llega su tónico, a todo error le acompaña su inseparable enseñanza de corrección, y a todo acto de bondad genuina: un misericordioso vislumbre de la Divina Unicidad que nos envuelve, intima, sustenta y trasciende, le es concedido.
    Por último, que no se dilaten los atisbos de Lo Inefable e Intemporal en el tiempo y la carne es, a su vez, el acicate que Lo Inefable e Intemporal emplea desde lo más hondo de nuestra consciencia para invitarnos a abandonar nuestras vanidades, egoísmos y compulsivas patrañas, que al fin y a la postre tantas penurias, desasosiegos y violencias nos ocasionaban; dándonos una nueva oportunidad, luminosa e incontestable, de enmendar el anterior camino hollado, y optar tomar con presteza la vía del amor desinteresado, de la humildad y de la verdad, que con seguridad, tras laborioso desenmascaramiento y limpieza de cualesquier impulso egoico, hasta Ello (Lo Inefable e Intemporal, DIOS VIVO) nos conduce.

KHAAM-EL


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