En verdad nadie es un cuerpo y mucho menos una personalidad especial escindida de las demás. La soledad, el desamparo y la tristeza son engañosas sensaciones del ego, que él mismo fabrica al resaltar y priorizar el confort del cuerpo y la vanidad propia en los sucesos del tiempo/forma, desdibujando y apartando la vivencia de la siempre plena y presente comunión del Espíritu.
Cada uno está en todos y en todos está cada uno. DIOS ES PERFECTA UNICIDAD (Verdadero e Indestructible Amor). Pues, 'Lo Veraz' (todo sin fisuras, DIOS) es inmutable en su veracidad incluso en la imaginaria diversificación de las ilusiones y las mentiras (nada pareciendo algo, ego). Por tanto, en este mundo transitorio y engañoso, elegir compartir en todo momento y circunstancia lo ciertamente valioso es extender e incrementar el Amor, invalidando la maliciosa, zalamera, separativa y autocomplaciente argumentación egoísta de acrecentar y disfrutar sobre todo para sí, aminorándoselo al prójimo; a la vez de mostrar la fraterna grandeza compartida por igual como eternos Hijos de DIOS VIVO.
En definitiva, ahondemos en lo sustancial, conozcámoslo directamente, y recordémonos los unos a los unos que no somos únicamente el cuerpo y aún menos una personalidad especial aparte de otras. El deseo/miedo que el imaginario ego alimenta para subsistir es un espejismo, una distorsión de la realidad en la realidad misma, semejante a un sueño pero, si no se está vigilante a la inefable infinitud del aquí y ahora, mucho más convincente.
KHAAM-EL
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