La pureza del Alma brilla en cuanto retiramos nuestro apoyo del ego y sus vanidades, uniendo nuestra voluntad a la Voluntad de DIOS VIVO. Por la gracia, todo se simplifica. No hay obstáculo que refrene, entonces, el impulso sagrado que nos alienta e inspira desde las profundidades de un corazón entregado de verdad... Tornándose la vida cauce de límpida agua de manantial, en el que fluimos con confianza fraternal e inclusiva comprensión hasta la feliz desembocadura última en el anchuroso mar de la plenitud y la bendición infinitas.
KHAAM-EL
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