domingo, 29 de junio de 2025

O EL MUNDO DEL EGO O EL DE DIOS

 
    1. O el enrevesado y conflictivo mundo egoico.

El asfalto -devorando los oasis-
bajo la babélica torre de plata, oro y rubíes
hierve, desde antaño, pisoteado por el codicioso frenesí
de ojos desmedidos y taimados,
ávidos de fanfarrones lujos
a acumular, admirar y ostentar en ahítos cuerpos
olvidadizos del prójimo atribulado y famélico.

Ríos de sangre, vertida con engañosas fanfarrias
de heroica e hipócrita palabrería,
riegan las cloacas de ostentosas barriadas
erigidas con los sudores de neoesclavos
que, soñándose libres por una paupérrima paga
insuficiente para cubrir las llagas del alma,
lloran mares ocultos tras evasivas e iracundas carcajadas.

 
    2. O el sencillo y fraterno mundo del Corazón Sagrado.

El asfalto -entrelazando los oasis-
bajo la celestial cúpula santa del Amor de DIOS
sirve, hogaño, de puente a las miradas amorosas
de pupilas amigables y sinceras,
que, cual una, comulgan en la serena alegría
pacífica, generosa e íntegra, humilde, hermanada y libre,
de quienes se saben antes alma que cuerpo.

KHAAM-EL


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