domingo, 13 de julio de 2025

AMAR, SIEMPRE AMAR, ES SALVACIÓN

    Eventualmente, como nos enseña Jesús de Nazaret en la parábola del buen samaritano (Lucas 10, 25-37), la vida nos confronta con situaciones en las que para nuestro bien, aunque en un principio esto no se vea con claridad, se nos insta a escoger entre lo personalmente conveniente y el desapego de nuestro confort o seguridad personal ayudando al necesitado, aunque este sea un extraño en nuestra cotidianeidad; porque el olvido y desprendimiento de sí nos trae, por la gracia del Amor, el común recuerdo de DIOS VIVO. Por eso, no esquivar ni rehuir las cruces que el tránsito por este mundo -sí o sí- presenta, aceptándolas de buen grado y sincera misericordia, abre el corazón regalándonos un hondo sentido de bienaventurada eternidad que colma de sagrada plenitud al alma, que ahora sabe con feliz e indeclinable certeza que dar la vida por Amor es obtenerla inagotable.

KHAAM-EL


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