EN ESTE MUNDO LO QUE APARENTA SER, NO SUELE SER

    Los comportamientos humanos, vistos y juzgados superficialmente, parecen ser muchas veces lo contrario de lo que en el fondo realmente son. La vergüenza, nacida de la agitación egoica de un compulsivo apego a lo mundano, tras un defensivo retraimiento, con falsa humildad de hipócrita pudor, esconde un disimulado engreimiento de herida vanidad deseosa de notoriedad que nos separa del prójimo y del Amor de DIOS; mientras que, el talante altanero, nacido a su vez, igualmente, de la agitación egoica de un compulsivo apego a lo mundano, como un antagonista de la anterior, tras distractivas y notorias alharacas, oculta su íntima fragilidad e inseguridad, separándonos también del prójimo y del Amor de DIOS. Por eso, sólo la paz de Espíritu, nacida de un consciente no apego a lo mundano, desvanece cualesquier agitación egoica, liberándonos de toda vergüenza timorata y de toda impulsiva altanería, según trae al presente luz, vero Amor y expansiva alegría de ser -en eterna y plena comunión- indivisos del prójimo y de la vida toda en el Sagrado Corazón de DIOS VIVO.

KHAAM-EL