Nada hay que temer en esencia y eternidad del aparente y aparatoso poder del ego y sus mentiras. Permanecer en el Amor, que por su veracidad inquebrantable no engaña ni es amigo de mentiras, vence al mundo y sus malvadas tramas temporales. La Verdad Divina las enfrenta como luz disipando la oscuridad. DIOS POR SIEMPRE ES; y el ego, mera ilusión, no fue, es, ni será realmente. ¡Aleluya!
KHAAM-EL
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