sábado, 28 de mayo de 2016

EN TU VUELO CONTEMPLA EL PRESENTE Y CANTA - AUDIO

   Adjunto, tras estas líneas, el audio de una charla en la que hago hincapié en la importancia de hacer libremente lo que se debe antes de lo que personalmente se desea, para experimentar la verdadera dicha compartida que nos hace uno en el Amor. Hemos de cantarle al mundo la plenitud del Cielo... invitarle a la acción indivisa y desprovista de interés propio... y todo culminará en plenitud.
   Todos desde el centro de sí mismos, en principio, vuelan por encima de los aconteceres. Cuando este vuelo se encamina sólo hacia la obtención de los propios sueños se desvía del presente y no hace lo que debe, yendo, cíclica y monótonamente, tras las inercias de su vivir, que le posa en insípidos conforts de inevitable caducidad... donde obtiene pequeñas recompensas, breves goces y algunos aplausos; pero, tras todas sus fatigas, disimulos y denuedos, finalmente, se convierte en polvo y olvido. Más, cuando el vuelo contempla lo que sucede a ras de sus sueños y decide pararse de su escape de los inviernos inclementes y sus crudezas, quedándose y, atravesando la intensidad de renunciar a sus sueños, hace lo que debe en el presente para el bien esencial de aquel que la vida le presenta, sufriente, cansado, confuso y atemorizado, y le canta y le acompaña y le bendice y le recuerda su dignidad esencial como Hijo de Dios... tras su acción desinteresada de canto útil y benéfico, hallará completitud y eterna vida.
   No distraigas, pues, tu vuelo, desatendiendo al dolor del mundo, yendo de acá para allá, y detente a cantar ahí donde la vida te lleve, a todo aquel que cansado de su doloroso personalismo quiere amar... él apreciará el canto, le reconfortará y alegrará, y, al poco, se unirá a ti libremente para cantar allá a donde le corresponda... Y, al que no te quiera escuchar, ten paciencia, y sigue cantando donde vayas, hasta que, finalmente, todo sea un trinar de bendición y gratitud que nos lleve más allá de las ilusiones, hasta el Cielo y el Amor eterno de Dios.

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