Bajo estás líneas a modo de breve introducción, adjunto el audio de una charla en la que profundizo en la importancia de permanecer presentes, conscientes, felices y en paz, para que la experiencia viva rebose en plenitud, deshaciendo para siempre la relativa y comparativa, cargada de desengaños e imaginaciones vanas.
Mantente atento al instante. Con confianza. Comprobarás como, si se elije la relación discursivo/conceptual con la vida, en lugar de la inmediata, la creencia en que hay una flecha temporal que divide la experiencia vital en ayeres, hoy y mañanas, parece cierta; y, entonces, por esa identificación con lo personal/corporal, uno no manifiesta la experiencia viva de la plenitud del presente, al distraerse con la experiencia moribunda de lo temporal (pasajero) que no se encuentra jamás completamente aquí y ahora. Indaga... ¿Ayer realmente ocurrió? ¿Dónde estás? La respuesta sólo puede ser aquí y ahora. Ser y estar no son diferentes en esencia; luego, todo lo esencial que supones ocurrió en un ayer no has podido perderlo, ni tampoco, evidentemente, puede perderse en un supuesto mañana. Ver ésto, te facilita ahondar en la experiencia viva; pues todo lo que acontece en el espacio/tiempo es visto ahora como una metáfora que permite la comprensión de lo sustancial, al facilitarnos el abandono de lo superficial e ilusorio, para que únicamente quede lo puro, vivo, eterno e indiviso.
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