sábado, 14 de mayo de 2016

COMPARTE LO INOLVIDABLE +


   Únete a lo que no está separado y sabrás que nunca lo estuviste. Comparte lo sutil, puro e inolvidable... esos instantes santos que rebosan eternidad y nos demuestran que el tiempo, en realidad, es insustancial. Enseña lo esencial y aprenderás a descartar lo efímero y superficial. Desaparece de lo falso y sólo lo verdadero quedará. No quieras conquistar mundos y el Cielo será evidente de nuevo. Permanece presente y el tiempo caerá hecho jirones en la eternidad. Tiéndele la mano a tu prójimo y sabrás que Dios nos la tiende a todos. ¡Bendiciones! Nunca ha sido posible estar separados de Su Amor perfecto.

   Todas tus lágrimas y todas las lágrimas del mundo serán enjugadas para siempre aunque creas, en tu idea de ti, que ésto no es posible. La Alegría reemplazará al llanto sí o sí. Lo imposible de la desesperación de la separación, en su inverosimilitud, siempre ha sido posible que desaparezca sin dejar rastro. Quien ha atravesado la noche oscura y ha visto la luz tras ella siempre estará a tu lado, acompañándote en tu despertar, aunque esté a kilómetros de distancia o sea de otro tiempo y lugar... sencillamente porque ya no es alguien en particular, sino uno contigo y con la totalidad... él ya no es él y sabe que tú no eres tú; sabe que nadie es quien parece y que las mentes separadas son ilusiones de la Consciencia indivisa. Todas las almas son el Amor de Dios en expresión y son por siempre ahora en Su Espíritu indisolubles e inseparables. Te mostrará desde lo más íntimo que nada ni nadie puede dañarte. No dejará que olvides lo que ha recordado por/en todos. la Vida es plena y sin límites. No reprimas ni te castigues con tus propias angustias, sácalas a la luz. Deja que lo tenebroso se disipe en la luz; no lo justifiques, simplemente permite que se vaya. Sé auténtico, y no quieras ser lo que imaginas te conviene o te acuciarán los inconvenientes. Vive el presente con valor y lo valioso emergerá desde lo profundo hasta revelarte infinito... uno contigo, uno conmigo, uno con todos, uno con todo... uno en Dios. Tiéndele la mano a tu prójimo. Habla con él sin miedo ni deseo personal, con honestidad y pureza... cántale esperanza... cántale fe... cántale bendiciones... cántale comunión... cántale generosamente hasta que él mismo sea bello canto de Amor. Invítale a que no se esconda más... muéstrale que no hay escondites, que la unicidad nos sustenta y colma en plenitud... y la salvación te salvará de la pequeña y absurda idea especial (ego) acerca de ti y de todo. Comparte lo inolvidable y recuerda lo que está más allá de las memorias personales, y, ya nunca más el olvido de lo santo.

KHAAM-EL




Todo va bien cuando decides que el Amor te acompañe en tu vivir, nada puede dañarte.
Confía en el Amor... déjale estar a tu lado, déjale que te acompañe en los sinsabores...
y lo inolvidable, como una hermosa canción, surgirá de lo más íntimo y sagrado.
¡Encontrarás la Dicha infinita de Amar! 

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