sábado, 21 de mayo de 2016

LA PAZ VIENE A TI CON EL PERDÓN +

   Si limpias la mente de toda contradicción y deseo personal, la paz viene a ti como los días de primavera suceden inevitablemente a los de invierno. Todo el conflicto proviene de la culpabilidad retenida dentro por el amargo resentimiento de sentirse incomprendido, ignorado o rechazado por el común, que, finalmente, más pronto que tarde, estalla en enojo, reproche y cólera, tras una dolorosa y sacrificada acumulación de disimulos. No busques, en consecuencia, tanto que te comprendan como comprender; ama aunque sientas que no te aceptan; y, sobre todo, libera al mundo de tus exigencias personales mediante el abandono del querer tener razón respecto a tu perspectiva exclusiva. Perdona de corazón, para encontrar la dicha en tu interior. Ningún juicio personal tiene completa razón. No guardes interpretaciones como sentencias; libera. Ten presente olvidar lo que puede olvidarse para recordar lo que nunca pudo ciertamente ser olvidado excepto en ilusiones. Ilumina al mundo encarnando lo inencarnable... enseña lo que eres, no lo que piensas. Aunque a bote pronto no lo parezca, tiene sentido mostrar el rostro de lo imposible a lo imposible para que se disipe de inmediato su aparente posibilidad. Un pensamiento no es toda la mente aunque se piense. Verse claramente como no se es, devuelve la consciencia de lo que sí se es. Toda paradoja queda desecha por su paradoja especular. Imagen y reflejo desaparecen en la indivisa transparencia de una mente limpia de ideas separativas. Entonces... la paz viene a ti desde ti hasta lo infinito que no es separado de ser. Perdona. Confía. Palpita lleno de presente. Vibra en el Amor ahora, aquí. No demores la eterna dicha de la plenitud en un ensueño de temporalidad e incompletud. Deja de pelear con tu soledad para sentirte acompañado... no hay brechas reales en lo ilimitado ni ausencias que valgan en lo infinito. Perdona. Ora. Medita. Limpia la mente de pensamientos y vive en el espíritu... la paz vendrá a ti desde lo íntimo, como la sonrisa acompaña a un chiste bueno o como la sed se aplaca tras beber abundante agua. 

   En lo más profundo de tu ser, en tu corazón confiado y lleno de Amor, hay una dirección infalible que te conduce hacia el Cielo, a la vez que, la paz viene hacia ti por la gracia que has pedido con tu limpieza de mente, para infundirle esperanza a tu retorno. Confía en la Voz de tu corazón en paz, el sabe de Dios y de la salvación, de la santidad y de la comunión con el prójimo.

KHAAM-EL




Alúmbra al mundo con Amor para retornarlo al Cielo contigo.
La paz viene a ti viviendo en la íntima alegría del perdón.

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