domingo, 4 de octubre de 2015

PACIENCIA *

   Cultiva la paciencia. Juzgar las cosas como lentas abona el terreno a la prisa y ésta, en su aceleración, comete errores e imprudencias que traen retrasos al ver la proyección de sus anhelos y temores en un futuro esquivo. No te extravíes corriendo de un lado a otro sin saber muy bien a donde vas; todo ese agitado trasiego, por voluntarioso y bien intencionado que sea, no es sino demora... Sólo si estableces la Verdad como objetivo indiviso abandonarás la locura de tomar lo transitorio por lo real y dejarás de creer que lo aparatoso y seductor -en su inherente insustancialidad perceptiva- pudiera alguna vez llegar a ser deseable. Únicamente si no vas en pos de lo volátil conocerás lo esencial, y serás libre y feliz... las lágrimas cesarán para no volver nunca más si no te impacientas con/por ellas. 

   Paciencia. No te embarques en frenéticas actividades que ansían ansias de comparativo resultado. Tener propósitos divergentes, divide; resultando de ello la confusión más lastimosa, porque es atroz para la dicha buscar lo que realmente no se necesita creyendo que es indispensable. La felicidad no es una cuestión de cantidad ni de logros. La auténtica hermandad no se consigue juntando mentalidades estancas. Reunir a muchos que se sienten divididos en su interior finalmente acrecienta la amarga sensación de frustración, codicia, ira y soledad en la inflada relación establecida, porque cada uno de ellos tirará de los otros para intentar salirse con la suya; por eso la pluralidad de los querer tener razón alimenta la singularidad de la guerra y no aposenta nunca la paz. No te riñas, pues, con lo que riñe ni te hundas con lo que se hunde, mantente feliz aunque parezca que no hay motivos para ello, y verás cómo finalmente todo encaja de una manera que no puedes, desde la limitada perspectiva personal, siquiera llegar a imaginar. 

   No te compliques, simplifica. Ten paciencia. Sin prisas estás presente. Y sólo en el presente, libre de juicios y expectativas, puedes Ver lo que realmente está, e ir más allá de las apariencias. Aquiétate primero en tu mente y después relaciónate desde esa paz interna... el conflicto, y sus posicionamientos particularistas, no tendrá ahora sustancia ni significado para ti y el Amor resplandecerá en la luz de tu alma serena y eterna.

KHAAM-EL



No desesperes. 
Ten paciencia... 
confía en la Luz del Amor.





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