Hoy adjunto el vídeo de una sesión en la que profundizo en el perdón de los ídolos, ahondando en el meollo mismo de su aparente consistencia, desenmascarando su falaz hechura, para que con su deshacimiento, en su fin, halles tu verdadero Ser.
El ego es un ídolo de sí mismo que se erige en juez de tu vida, una sombra petulante que se cree luz, una ceguera que dice ver, una sordera que sólo se escucha a sí misma, una supina ignorancia que imagina saber qué es saber y cómo alcanzarlo. No escuches ni por un segundo sus consejos cargados de preocupaciones, recelos y problemas. Quédate en paz, ahora, aquí... no te preocupes, confía... Si te despreocupas, si confías realmente, la vida se ocupará de todo; pero si te preocupas, tú mismo, atraes los problemas a tu experiencia, y te parecerán muy, pero que muy, reales, por creer que eres quien no eres. No te des por supuesto con ninguna definición o comparación, ni tampoco des por sentado que sabes el significado del Amor si aun queda miedo o resentimiento en tu corazón. No te identifiques con lo problemático, suelta tu desconfianza, no escuches al temor ni lo subestimes. estate consciente, en presencia viva, atento a la paz de espíritu y su certera guía... para que el perdón desvanezca las ilusiones y resplandezca sólo lo real.
El ego es un ídolo de sí mismo que se erige en juez de tu vida, una sombra petulante que se cree luz, una ceguera que dice ver, una sordera que sólo se escucha a sí misma, una supina ignorancia que imagina saber qué es saber y cómo alcanzarlo. No escuches ni por un segundo sus consejos cargados de preocupaciones, recelos y problemas. Quédate en paz, ahora, aquí... no te preocupes, confía... Si te despreocupas, si confías realmente, la vida se ocupará de todo; pero si te preocupas, tú mismo, atraes los problemas a tu experiencia, y te parecerán muy, pero que muy, reales, por creer que eres quien no eres. No te des por supuesto con ninguna definición o comparación, ni tampoco des por sentado que sabes el significado del Amor si aun queda miedo o resentimiento en tu corazón. No te identifiques con lo problemático, suelta tu desconfianza, no escuches al temor ni lo subestimes. estate consciente, en presencia viva, atento a la paz de espíritu y su certera guía... para que el perdón desvanezca las ilusiones y resplandezca sólo lo real.
No te valores con lo particular, no idolatres la carne, porque en su transitoriedad sólo hay olvido... Perdona los ídolos y su seductora atracción por lo personal... Recuerda la plenitud de lo santo, la incomparable dicha de lo eterno.
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