Añadir lo superfluo a nuestras vidas (buscar especial reconocimiento, atesorar cosas, apegarse a personas o lugares) no es ganar sino perder, al aprisionarse uno tras los barrotes de la arrogancia, de la avidez y del desasosiego. Por eso, renunciar a nuestros sueños personales nunca será perder; más bien ganar, ya que ser o no ser nunca ha sido la problemática cuestión, puesto que lo que es, Es, y lo que lo aparenta, no. Sencillamente, porque ser o no ser, tener o no tener, estar o no estar, no es más que una ilusión perceptiva de un yo limitado carente de significado en lo ilimitado; pues ser o no ser, tener o no tener, estar o no estar, son lastres buscando lo liviano, cuanto antes los soltemos antes dejaremos de limitarnos ansiando lo contrario. En esto radica el final de lo paradójico, el término de lo cíclico, la salida de la rueda de samsara, el despertar a la Vida eterna, el retorno a la vivencia de la plenitud del Amor.
Por eso, amig@, despierta, aquí y ahora. No vivas creyendo mentiras que imitan lo veraz ni fantasees con futuros desde un añorado pasado. Ama amar por el Amor mismo y no por la proyección que haces sobre seres, situaciones o cosas... un sucedáneo nunca es el original. Penetra en lo esencial y no te dejes engañar por lo superfluo. Mantente consciente de la Consciencia. Aquieta el ánimo y elévate muy por encima de los sueños más altos que pudieras albergar y despertarás del letargo al que te induce la inercia de los deseos, dejando de una vez por todas de escindirte en el núcleo mismo de la mente. Los pensamientos no son la Consciencia, suceden en ella. Ahonda. Medita. La plenitud nada tiene que ver con la acumulación de cantidades, ni con ubicarse en lugares especiales, es una experiencia de no separación, de comunión con la inmensidad... con la pureza íntima de todo. Es una claridad sin posibilidad de sombra... un gozo sin ningún atisbo de pesar... eterna bienaventuranza... luz sin sombras... incondicional apertura... Camino, Verdad y Vida... Porque el presente es plenitud de Amor.
KHAAM-EL
No vivas proyectando futuros desde un añorado pasado y despertarás a la plenitud del Amor ahora en la armonía de un presente intemporal...
Añadir lo superfluo a nuestras vidas (buscar especial reconocimiento, atesorar cosas, apegarse a personas o lugares) no es ganar sino perder, al aprisionarse uno tras los barrotes de la arrogancia, de la avidez y del desasosiego. Por eso, renunciar a nuestros sueños personales nunca será perder; más bien ganar, ya que ser o no ser nunca ha sido la problemática cuestión, puesto que lo que es, Es, y lo que lo aparenta, no. Sencillamente, porque ser o no ser, tener o no tener, estar o no estar, no es más que una ilusión perceptiva de un yo limitado carente de significado en lo ilimitado; pues ser o no ser, tener o no tener, estar o no estar, son lastres buscando lo liviano, cuanto antes los soltemos antes dejaremos de limitarnos ansiando lo contrario. En esto radica el final de lo paradójico, el término de lo cíclico, la salida de la rueda de samsara, el despertar a la Vida eterna, el retorno a la vivencia de la plenitud del Amor.
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