Los oídos son sordos cuando sólo escuchan el propio discurso mental. Los ojos ven cuando no quieren estar cerrados. Descubres la realidad retirando el velo de las sordas ensoñaciones. Únicamente tienes plena consciencia de lo esencial, básico e imprescindible, abandonando lo transitorio, porque aquello que de veras es, aunque aparentemente muestre lo contrario, no puede dejar de ser en su núcleo. Ahora nunca sucederá después ni arriba tiene significado sin abajo. El flujo siempre es constante o no sería flujo... fluye, pues, y no vayas a trompicones. La felicidad es tu fiel compañera renunciando a las argumentaciones de la desesperación como demostración de Amor. Confía. Las tinieblas no soportan la claridad. Ten fe. Vives en perfecta paz y reconoces la Verdad no significando las contradicciones que el sueño de la carne quería imponer. Ten esperanza. La sencillez es fácil y, por tanto, no es necesario devanarse lo sesos para alcanzarla cuando escoges estar en paz con el presente. Ahonda. Ora. Medita. Abriendo tu mente a la inmediatez del ahora sabes allende creencias u opiniones, porque ya no quieres convencerte con meras suposiciones perceptivas. Despierta. Eres la luz en lo alto de la montaña, no te escondas tras oscuros recovecos... deja que la luz brille. La libertad no se consigue, se ejerce; la felicidad no se alcanza, se comparte; la fe no se agosta cuando la regamos con los manantiales de lo fraterno y agradecido.
La luz no se arredra ante la oscuridad porque en ella ésta no tiene cabida; sencillamente: no es posible. Así que nunca titubes ante la desagradable sensación del miedo y desvanécelo con la luz de la consciencia presente, con el fulgor del Amor inmediato que incondicionalmente nos sostiene y hermana. ¡Regocíjate! Despertar sucede en un instante cuando estás harto de soñar personalismos que pelean entre sí por unas migajas de efímero placer, reconocimiento, poder o confort... No desees más sueños que finalmente voltean hasta convertirse en horribles infiernos. Despierta de todos ellos y, de nuevo, experimentarás la vida en todo su eterno, bienaventurado y luminoso esplendor de amorosa e inefable expresión, de bendita comunión del Espíritu en el Amor de Dios; porque, amig@, inacabable e inabarcable es, sin duda, el brillo de la Luz del Alma.
KHAAM-EL
Extiende la luz del Amor por el mundo.
dejando que brille desde lo más hondo de ti,
para que las lágrimas se transformen en sonrisas,
la ira y la culpa en paz e inocencia,
la desesperación en esperanza,
la enfermedad y la muerte en sanidad y eternidad.
dejando que brille desde lo más hondo de ti,
para que las lágrimas se transformen en sonrisas,
la ira y la culpa en paz e inocencia,
la desesperación en esperanza,
la enfermedad y la muerte en sanidad y eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario