lunes, 4 de noviembre de 2019

ETERNA ES LA CERCANÍA DE LOS QUE SE AMAN

   "Morirse no es nada importante... sólo me he ido al cuarto de al lado. Pero yo sigo siendo yo, al igual que tú sigues siendo tú, seguimos siendo lo que éramos el uno para el otro. Sigue riendo con lo que nos hacía reír juntos. Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo. Que mi nombre se oiga en casa igual que siempre. Sin énfasis ni temor alguno. 
   La vida sigue significando lo que siempre ha significado, es lo que siempre fue, el hilo no se ha roto. ¿Por qué tendría yo que estar lejos de tus pensamientos? ¿Simplemente porque tus ojos no me ven? No estoy lejos, sólo estoy al otro lado del camino. Toda va bien. Os amaré desde el Cielo como os he amado en la tierra."
San Agustín

* * * * *

   El milagro del Amor en este mundo nos fortalece y empuja a consumar el retorno a nuestro verdadero Hogar en el Cielo... Y este milagro de Amor se manifiesta en todo el tiempo compartido de corazón a corazón, en las risas que disuelven lágrimas, en los abrazos que mitigan soledades, en las palabras con las que nos alentamos cuando el abatimiento tienta con su oscuro mutismo de desesperación, en el canto jubiloso de la espontánea celebración de una mutua confianza indestructible, en un estar con el hermano cuando lo necesite y en un dejarlo caminar libre para que se realice escalando la diaria montaña de los santos encuentros (o desencuentros) que conducen a la Luz de Dios, en un abrir la mente más allá de nuestros miedos o recelos, en un bendecirnos los unos a los unos aunque todo lo que nos rodee parezca maldito e incluso atroz o incomprensible, en ese ser canto de oración agradecida por todas las oportunidades que se nos dan todos los días para olvidarnos de nuestros pequeños intereses y abrirnos al bien de todos, y en ese hondo contemplar las miradas para ver más allá de las pupilas el eterno brillo del Alma... Y, en ese brillo eterno, recordamos que en este mundo de cuerpos efímeros sólo somos peregrinos; que nuestro ser es inseparable del ser de nuestro prójimo, unidos por el Amor y la Vida, santificados por la Verdad y la Gloria de Dios, felices en la intemporal llenura vacía de egoicas historias... Así que no desesperes prójimo de mi corazón, el milagro del Amor nos evidencia, aún en este mundo de lo temporal y separativo, que eterna es la cercanía de los que se Aman.

KHAAM-EL



 Si abrimos nuestra mente y
nos damos de corazón
el milagro del Amor 
nos libera de miedos y pesares,
disolviendo nuestras lágrimas amargas
al mostrarnos felizmente
que eterna es la cercanía de los que se Aman. 



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