jueves, 14 de noviembre de 2019

PRINCIPIO Y FINAL DEL DELIRIO EGOICO


Lejos del alma se halla la Verdad
cuando acata el mandato del deseo, 
de la codicia, del miedo o la cólera.
Semillas éstas del hipnótico árbol
de las apariencias vanas y el duelo...

Cuyo fruto muy amargo es la creencia
en que todo pesar es siempre real,
mientras su savia es tóxico alimento
que sume al alma en trágica inconsciencia.
El Hijo de Dios cae en un triste ensueño,
y se oculta su eterna condición
entre brumas de sufrimiento y muerte...
Su espíritu se juzga en el destierro
y el viento frío de la ausencia siente.

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Sin embargo palpita audaz la gracia
en lo más íntimo, en lo más secreto,
en lo más puro y sagrado del alma...

Palpita exultante de Amor y Verbo,
felizmente llena de Dios, en calma,
esperando recibir Su Luz innata
que da a todo peregrino sincero
para que con fraterno y firme paso
Su misericordia, con fe, le alcance...
al fin libre del yugo de lo infame,
humilde y seguro de ser amado.

KHAAM-EL



Abandonando los deseos personales 
el miedo que los gestaba
se desvanece por completo
en la plenitud de la Divina Unicidad...
regresando así el Amor universal, que nos bendice 
y sustenta eternamente,
de nuevo a nuestra consciencia.



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