Escondido el ego
tras soflamas y conceptos grandilocuentes
que proclaman en el fondo nada,
aparenta ser lo que nunca podrá ser.
Toda acción -o inacción- egoica
sucumbe por su impiedad;
aparentando valentía es hija del temor,
hermana del orgullo y madre de la violencia.
Mira la escucha y escucha la mirada...
aprende de veras.
No hay ofrenda cuando hay ofensa
ni regalo con condición.
El discurso del miedo
no es sólo la zalema del sumiso o el aullido del iracundo,
sino cualquier callada evasión
que grita sin sonidos mil excusas separativas.
El silencio del alma es comunicación sin fisuras,
mensaje y escucha indivisos...
No es el mutismo de la palabra
sino la elocuencia del Corazón.
KHAAM-EL
En el silencio del ego,
es elocuente -ahora (siempre)- la infinitud del Ser...
No hay comentarios:
Publicar un comentario