jueves, 17 de septiembre de 2020

LO QUE EN ESENCIA SOMOS YA ES EN PLENITUD

   Pelear por el fin de las peleas es tan incoherente e inútil como plantar semillas de espinos y esperar que de éstas surjan naranjos. Obvio, lo que es inverosímil jamás será verosímil por mucho que se intente. Hablar por hablar nunca dice nada realmente, al igual que callar por callar tampoco expresa lo veraz ciertamente. Sé consciente, en consecuencia, de lo que dices o callas, porque lo que expresas o dejas de expresar (el desde dónde brota lo dicho o no dicho), sin la menor duda, forja tu experiencia vital en desarrollo. Como señala UCDM: "la enseñanza que yace tras lo que dices es lo que te enseña. Enseñar no hace sino reforzar lo que crees acerca de ti mismo". Mantente, pues, atento a tu pensar, con constancia e irreprochable honestidad, y permite que tu palabra te libere liberando, te bendiga bendiciendo, te honre honrando... Sí, medita, entrena tu mente con ahínco, conoce la realidad que refulge tras las apariencias, y, entonces, revélala sin temor ni demora. Expresa lo Divino, la Verdad y la Vida, que trasciende toda frágil idea que pudieras albergar de ti, y lo verás, sin duda, en todo y en todos... Pura Divina Unicidad... Amor eterno... Verdad inmutable... Paz inmensa... Plenitud esencial.

   Pon fin a la pelea que busca el fin de éstas y que por eso mismo las prolongaba, perdonando lo personal e iluminado las relaciones desde la esencia que aquí y ahora ya es en la totalidad de lo viviente. Ahonda. No te quedes en la agitación y congoja que lo superficial del razonamiento egoico produce; ve más allá de sus angustias y conflictos, de sus culpas e incertidumbres. Vuelve a la inocencia del corazón enamorado de Amar por la Plenitud de Amor Misma, incluso en medio del mayor de los desamores, y vivenciarás Lo Inefable. Confía y profundiza en lo mollar...no hay mayor certeza que aquella que brota del interior del alma,  de lo más hondo y calmo del pensamiento, de la luz infinita de la Consciencia en Su omniabarcante incondicionalidad. ¡Despierta de tu particular letargo! Ya eres ser siendo siempre en Todo Lo Que Es. Abandona, por tanto, cualquier apego a ilusiones e imaginaciones de personal expectativa. Disuelve al ego no valorándolo ni justificándolo y vivencia, sin velos u obstáculos surgidos del deseo de ser especial, la inefable plenitud del Ser, depositando en Su Sagrada Esencia toda tu atención, confianza y devoción. Sé la clara manifestación de lo no manifiesto, pura encarnación de la Enseñanza Intemporal, de esa expresión viva del Amor y la felicidad del espíritu que, al extenderla en un mundo de temor y desdicha, bendecirá tu camino por él; para conducirte, junto con la esencia de todo y de todos, al Cielo. Envaina, consecuentemente, tu espada y despréndete para siempre de tus defensas, ya que tú mismo eres quien fabricas lo que te ataca cuando recelas y te proteges. Permanece ecuánime y contempla el batallar del mundo desde la óptica de lo santo e intemporal y reconocerás su ilusoriedad. Deja de adorar a la muerte y vive en perfecta paz mental. Proclama y declara la Verdad en su indivisa completitud y, aquí y ahora, la vida devendrá ilimitada, luminosa e incondicionada, en plenitud, trascendiendo los límites que de ti y del mundo habías establecido como ciertos desde una incierta y egoica idea.

KHAAM-EL




No justifiques los opuestos que parecen pelear
aunque el mundo se revuelva en tu contra,
y despertarás del sueño de dolor y muerte.
La Verdad Es y no necesita completarse...
La Luz Es sin sombras ni tinieblas...
La Vida Es y no precisa fraccionarse...
Sólo la Plenitud, toda la Plenitud, es en Esencia y Eternidad.






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