martes, 26 de julio de 2022

EL AMOR ES VERDADERA VIDA... ASÍ FUE Y SERÁ

    Sobrevolemos en paz las egoicas y angustiosas premisas que entronan lo arrastrado, conflictivo y vil. Por favor, no nos circunscribamos a las rutinarias y retroalimentadas memorias que nos ajenan y enajenan. No nos protejamos desde un ayer separado con el que pugnar por alcanzar un mañana que nos sustrae del Amor que hoy, siempre hoy, nos vivifica. Confiemos de verdad en depositar nuestra total confianza en el providente flujo de Lo Inefable, aunque sólo sea un instante... Y, de repente, la Luz... Asombro de asombros, el ruido mental se acalla; sorpresa de sorpresas, una paz allende todo humano entendimiento nos alienta, nutre y envuelve. Entonces, evidente y felizmente, por la gracia y el milagro del Amor directo y simultáneo, ya nada volverá a ser experimentado como antes. El sufrimiento se desvanece en la gloria, la esperanza se consuma vigorizando todo desaliento y la muerte se sabe un imposible imaginado por la pesadilla de la carne.
    Abrámonos a lo insospechado e inimaginable. Todos los sueños por terribles que llegarán a ser tienen su fin. No demos nada por supuesto, incluido nosotros mismos, y 'algo' que no es algo se hará patente, claro, gozoso y rotundo en la destapada conciencia plenamente vivencial, sin conceptos ni límites que la perfilen. Y en ese contemplar el ver y concienciar el pensar sin verse atrapado por lo visto y pensado, uno es liberado de la telaraña que el ego tejía intentando devorar con impura avidez la consciencia pura. Ahora, bendición de bendiciones, conocemos en profundidad... Toda aparente disparidad junto a su enmarañada problemática generadora de miedo -en cualesquier momento y circunstancia- han estado resueltas en la unicidad de lo sin opuesto: el Amor. 
    El Amor en su todoabarcadora incondicionalidad no conoce el miedo. No sabe de imperdonables culpas, ciclos, sufrimientos y superficiales personalidades. El Amor sólo conoce la plenitud de 'Ser Inseparable De Lo Que Es' y no sucumbe al embrujo de lo que meramente parecía ser. Sin duda, pues, el Amor nos salva del atribulado sueño de dolor siempre ahora, justo aquí, puesto que comulga con DIOS y Su perfección, en la Verdad Viviente del Espíritu. En Su Luz no hay pesar ni muerte posibles. Todo es 'no dos' y nada fue ni será separado... Amén.

KHAAM-EL


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