domingo, 10 de julio de 2022

MIRADA LIMPIA, OÍDO ATENTO

     Mirar las cosas como son y no como a uno le gustaría o interesaría que fueran facilita la verdadera escucha, el vero aprendizaje en vez del común condicionamiento, que penetra en el corazón humano y revela las más secretas intenciones; porque quien a fondo se conoce, a fondo conoce el alma humana. Quien sus miserias destapa, sus miserias puede limpiar; y una vez sin la viga en el ojo, ayudar a quitar motas en ojos amigos.
    Adquirir y acumular objetos de costoso monto como los bienes más preciados, afanarse por obtener reputación y prestigio o anteponer frías normas e inflexibles leyes sobre la bondad humana como gratas a Dios o útiles a la urbanidad general, obviando la fraterna responsabilidad con el prójimo por un cómodo elitismo social/económico/religioso/étnico mal disimulado tras el maquillaje de capas y capas de rimbombantes proyectos humanitarios que en la práctica quedan en nada (engaños que desvían la atención culpando mediáticamente a inocentes o meros intermediarios para que, desde los primeros puestos, los lobos con piel de cordero sigan ocultamente devorando sin piedad), es la hipocresía y maldad que Jesús de Nazaret señaló con mayor vehemencia, fustigándola perseverantemente con valiente y amorosa coherencia hasta el final, como la peor de las actitudes y la más peligrosa de las cegueras (la que cree ver sin ver, la que cree saber ignorando, la que considera al perverso egoísmo como algo sano y natural). "Quien tenga oídos para oír, que oiga."

KHAAM-EL


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