CLARA ES LA VERDAD

    Distinguir el trigo de la paja es fundamental para no alimentarse con lo desechable, mientras se arroja insensatamente a la basura lo que realmente nutre; de igual manera, discernir lo verdadero de lo falso es primordial para no caer en relativismos que, en un totum revolutum de ideas de una corriente junto a su contraria, aceptan y validan lo falso, contradictorio y perjudicial como si fuera cierto, coherente y benéfico.

    La Verdad es Verdad y completa en sí misma. No depende "del color del cristal con el que se mira". Es el color del cristal, el que se tinta a gusto de la corriente de pensamiento que quiera interpretar lo que ve a su antojo e interés. Es por esto que, la Verdad aunque pueda expresarse en palabras y conceptos de diferentes idiomas, no es las palabras ni los conceptos de ninguno de esos idiomas; así como un árbol puede mostrarse con hojas pinnadas, reticuladas, palmeadas, etc. y dar origen a diferentes expresiones de árbol (idioma) con diferentes tipos de hoja (palabras y conceptos), pero ninguna de las clases de hoja y de tipo de árbol es la idea árbol en sí (Verdad).

    La Verdad es inefable e infinito ámbito de comunión de Consciencia Pura (DIOS, Amor), que hace posible el universo y la vida que lo puebla... siendo la esencia del universo y de toda la vida que lo puebla, inefable e infinita comunión de Consciencia Pura (Amor, DIOS); cualquier otra consideración desde una óptica aparte, fabrica ilusiones egoicas que relativizan lo absoluto con pseudoverdades que se engañan a sí mismas, corporizando y reduciendo el Espíritu a percibirse como una entidad breve en el tiempo, generando la sensación de nacimiento, crecimiento, cenit, declinación y muerte, endiosándose ignorantemente en sus deseos y pasiones, sufriendo penalidades por orgullo y desistiendo cobardemente de la peregrina búsqueda de lo veraz y la luz, por la adquisición de un cúmulo de mentiras que le den por un breve tiempo cierta sensación de seguridad en una traicionera y oscura caverna que considera su hogar.

    Quien busca, encuentra. La Verdad del Amor de DIOS, desde lo hondo del ser y por la gracia, viene a iluminarnos, acogernos, bendecirnos y alzarnos por encima de lo corruptible, en cuanto con sincera humildad y constancia renunciamos al ego y sus engolados relativismos, que pretendían absolutizarse es su endeblez, cuando el Absoluto, la Verdad del Amor y el Amor de Verdad, DIOS, ya es inmanente y trascendente a toda percepción formal/temporal. Ahí, en esa vivencia transformadora e intemporal, en ese encuentro interior con la Infinitud del Ser que nos hermana con todo lo viviente, el Espíritu resucita de su sueño de muerte y claramente se expresa sin miedo en el mundo del miedo, para que éste desaparezca en su nada y sólo quede la Divina Plenitud Eterna en Consciencia y Veracidad.

    KHAAM-EL