Obtener para acumular y no compartir es perder lo retenido. Bregar para alcanzar la propia holgura a costa de la ajena angostura es, a la postre, senda de perdición. Nada material trajimos, nada material nos llevaremos. Sólo la actitud fraterna o mezquina ante los acontecimientos vividos marcará el rumbo que tomará nuestro próximo devenir: paz, gozo y plenitud, o desasosiego, llanto y crujir de dientes, según hallamos amado, ignorado o dañado al prójimo. Porque, es el espíritu quien realmente vive y no la frágil y breve carne. Quien obra según el espíritu en la carne, triunfa y acrece; quien escoge la carne en detrimento del espíritu, aun venciendo, allende el tiempo, fracasa y mengua.
KHAAM-EL
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