viernes, 20 de enero de 2023

EN EL ORIGEN DE LO INTRINCADAMENTE TEMPORAL, LO INTEMPORAL YA RESOLVIÓ ESA INTRINCADA APARIENCIA

    
Remover con desespero lo aleatoriamente hacinado no lo ordenará por arte de birlibirloque o mediante un mágico abracadabra, sino mediante paciencia, atención y laboriosa perseverancia. Igualmente, el barullo mental no se apacigua por la fortuita combinación de pensamientos positivos entrechocando contra otros negativos que afligen el ánimo, muchas veces tomados aquellos de un manual de autoayuda leído a correprisa, sino por la constancia disciplinada en la meditación, oración o entrenamiento mental que apacigüen la vorágine del ir y venir de los pensamientos; para así sí, en la quietud mental redescubierta, apercibir lo que subyace a la mente misma y que es pura consciencia, paz y plenitud de ser allende todo pensamiento, allende toda expectativa, allende toda personal memoria, allende el supuesto yo separado del supuesto otro o de lo otro... inefable, insondable y bendita Divina Unicidad.
    Recordemos, pues, en la perseverante autoindagación y el desapego de sí, lo sustancialmente inolvidable, aquí, ahora. Donde quiera que estemos, seamos; no nos imaginemos o supongamos... Tras las brumas del pasado, allende la memoria egoica: la Luz. Por tanto, nada esencial hay que resolver hoy para un supuesto mañana; ayer, en el mismísimos origen de lo intrincado, ya fue resuelto ese paradójico desbarajuste de creerse un ego separado de la Eterna y Plena Vida. 
 
KHAAM-EL


No hay comentarios:

Publicar un comentario