SÓLO EL AUTÉNTICO AMOR SALVA

    Temer y rechazar lo que salva y plenifica, mientras se ambiciona y desea lo que condena y separa, es la mayor de las paradojas humanas. Afirmarse en el ego menospreciando el espíritu es negarse lo de cierto bueno, creyendo que el dulce veneno es mejor que la amarga medicina y una bolsa con treinta monedas de plata más deseable que la santa compañía de la amorosa rectitud que al alma libera y del yugo de la mortal carne resucita. 

    Diabólico es el pensar del ego, quien secretamente espera palabras melosas y consideraciones especiales de los demás que le envanezcan y apoltronen, considerándolas bondad y aprecio; llámale justicia a la decisión que le dé la razón a su capricho, y si tal dictamen no se consigue oculta sus mezquinas intenciones tras la timadora y traidora máscara de la hipocresía, que fingiendo veracidad propala a hurtadillas embusteras calumnias; y valora, con temeraria insensatez, la opulencia y el poderío mundanos como signos de éxito, cuando no son más que señales de inevitable pérdida y flaqueza próxima. Pues todo en el tiempo pasa. Únicamente el Amor convivido pervive; ergo, sin Amor todo lo conseguido finalmente es nada.

KHAAM-EL