PERNICIOSO CÍRCULO EGOICO

     Los deseos sensoriales desbocados, proyectados en el tiempo y las formas, generan intensas expectativas de control y anhelos de cumplimiento que desasosiegan el alma, cierran el corazón y ocultan el verdadero ser (espíritu) tras un ilusorio yo/cuerpo (ego) que influye negativamente en la toma de decisiones, engañando acerca de lo que es positivo o no.

    Inevitablemente, las expectativas incumplidas y los deseos frustrados derivados de tamaño engaño, llevan al resentimiento; el resentimiento engendra ira, la ira es miedo y fragilidad inconsciente a fracasar, la fragilidad del miedo ocurre por ignorar lo esencial y eterno, la ignorancia de lo esencial y eterno proviene del orgullo de juzgar lo superficial y temporal como crucial, y el orgullo de juzgarlo todo surge de la falta de amor y paz en el alma, que a su vez fabrica nuevos deseos y personales expectativas.

    Este es el círculo pernicioso al que se ve abocada la humanidad, cuando -identificada con el pensamiento egoico, por el ansia de controlarlo todo y adquirir notoriedad, riquezas, placeres o mundano poder- olvida la Ley del Amor y la plenitud de DIOS.

KHAAM-EL