Sobre las corrientes burbujeantes y las cimas encrespadas,
tanto en los vergeles como en los más áridos desiertos,
bajo la epidermis de cuerpos que nacen y fenecen,
la Luz de las luces -sin tinieblas que la cieguen-
permanece amorosa y solícita en su Gracia,
esparciéndose en lo escondido o huidizo,
alumbrándolo a la Vida de toda vida,
alzándolo del légamo a lo radiante
y del breve y endeble ser humano
a la eterna comunión de Almas.
Que en la Plenitud Santa
de la Vero, cohabitan
con DIOS VIVO.
KHAAM-EL
No hay comentarios:
Publicar un comentario