martes, 3 de septiembre de 2024

LO QUE DE VERAS ANHELA EL CORAZÓN, NO EL EGO, YA ES NUESTRO

    Cualquier conflicto humano surge del juzgar corporal/egoico, de esa pulsión separadora del prójimo que impele a comparar, juzgar, desear, competir y atesorar (riquezas, prestigio, poder, vigor, intelecto, belleza...), y de la que el miedo brota como ponzoñoso vástago de separación y muerte; difuminando en la conciencia nuestra substancial naturaleza de Amor, Paz y Eterna Vida Espiritual. Más, nadie pierde o gana salvo en espejismos perceptivos, en juicios sin sentido, en competencias absurdas, en miedos infundados, en anhelos desmedidos, en efímeras corporeidades recelosas. 
Por tanto no le tengamos miedo al miedo, ni nos pleguemos o enfrentemos al ego. Únicamente, no escuchemos ni valoremos su compulsivo juzgar corporal/egoico: por convincente que sea, un espejismo nunca es la realidad aunque como tal se experimente.
    Sí o sí, dar es recibir y nunca podrán ser de cierto diferentes, porque en esencia compartir es extender lo que nunca estuvo separado. Ya somos completos (sí, todos). El mundo formal/temporal es un espacio ilusorio e impermanente, un lugar inverosímil e inconsistente de engañosa consistencia superficialmente consistente, imaginado separado de Un ámbito infinito de Puro Ser, inventado escindido de Una Inacababilidad de Inefable y Sagrada Unicidad, imaginado e inventado alejado de Una Imperturbable Realidad Indistinta de DIOS VIVO... Sin embargo nada hay que temer. La solución a tamaño embrollo es sencilla y obvia: Lo Que ES No Puede Dejar de SER; 'ergo', lo cambiante no es, no fue, y jamás podrá ser real.
    ¡Bendiciones, Hermano en la Luz! Aquello que anhelas más que el anhelo mismo, aquello que buscas con todo tu corazón sin saber conceptualmente muy bien qué es, pero que desde lo más hondo de tu alma sutilmente añoras, ya es tuyo, ya es mío, ya es nuestro... ¡Somos Uno en Plenitud, sin principio ni fin! ¡Amor, Bienaventuranza y Paz en Perfecta Comunión!

KHAAM-EL


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