martes, 7 de abril de 2020

CAMINAR CONSCIENTES HACIA DIOS NOS COLMA DE DICHA

   No te acomodes a la incomodidad de los deseos y los miedos que el ego te lanza como un hueso a un perro hambriento o te pesará pelearte por cosas que el tiempo devora. Ayuna de lo personal y te saciarás con lo universal. Sé un transeúnte por las verederas del mundo. Pasea por la vida con ligereza. Experimenta la liviandad del peregrino atravesando con firme entereza cemento y jardín, saludos y adioses, aprecios e indiferencias, atardeceres, noches o días, versos, prosas y cantos, silencios y ruidos, montañas, valles u océanos, lluvias y vientos, trabajos, descansos o desempleos, soledades, encuentros y desencuentros. Atraviésalo todo, sin apego, sin prisa y sin demora. Camina por amor al camino y no por las cosas transitorias que en éste aparecen... bendice todo lo que encuentres y, por favor, sé feliz avanzando hasta el final... Ahí camino, caminante y caminar se unen en plenitud de vida eterna. Así que, no temas y agradece el deshielo de tu corazón aun en medio de las más frías circunstancias. Atiende a la calidez de tu corazón abierto, no lo protejas endureciéndolo con suspicacias y planificaciones. Has venido al mundo para recordar que éste no es tu verdadero hogar, pues eres de la eternidad y del espíritu. Permítete deleitarte con las fragancias que envuelven tu invierno para convertirlo en primavera... que alegría más inmensa vivenciar como se derrite la escarcha que afligía tu ánimo para en su lugar sentir el cálido abrazo de la luz. Sí, puedes vivir una perenne primavera aun en medio del invierno o aterirte de frío y pena incluso en plena canícula; depende de ti... no te apegues a tu historia personal y vive desde, y para, lo universal. No te limites con premisas particulares... ábrete a lo inesperado con esperanza... ten fe. Tu corazón florecerá en el Cielo para no marchitarse jamás. Confía. Agradece todo lo que a ti venga o todo lo que de ti se vaya... te irá bien... no lo dudes... porque todo es ciertamente perfecto aunque, a veces, uno intente que no lo sea cuando se identifica con los vanos e interesados juicios del ego.

   Enjuga las lágrimas de tu desconsolado y gélido llanto con el manto de la Dicha que proviene de un corazón rendido a Dios, de una mente que sólo escucha al Bien Mayor, de un Alma en comunión. Sí, regocíjate del momento en que te hallas, de lo consciente que estás, de lo pleno que te sientes, y no te dejes engañar por meras apariencias que pretenden tentarte de lo contrario (todas pasarán). Por tanto, disfruta del ahora, aprende del aquí. Si no lo juzgas te trae un regalo de libertad, una promesa de plenitud, una bendición salvífica... siempre te ofrece un posible encuentro con el Amor si no lo miras con recelo buscando algo más allá del propio instante. Comprende que Dios siempre Es, ahora, aquí... No te preocupes, pues, por nada; Sé feliz, confía. Estate presente en consciencia, ya que en cualquier estación del año, en todo tiempo y lugar, la eternidad te envuelve y sustenta con su cálido y amoroso manto. Quédate, sí, en paz; y comparte la dicha de lo eterno con todo aquel que encuentres en tu camino... Dios Mismo, por Su misericordia infinita, nos sostiene y nos guía hasta Él...  ¡Feliz felicidad presente! Feliz felicidad eterna! Nada en el mundo puede derrotarnos cuando caminamos como peregrinos hacia Dios y Su Plenitud.

KHAAM-EL



Todas las cosas y tramas del mundo pasarán.
No te apegues a ninguna ("buena" o "mala")
y encontrarás el "Sumo Bien",
en ese consciente y resuelto caminar
hacia la Verdad y la Vida...
Entonces el presente, ahora y aquí, brillará
llenando tu corazón de Dicha.

BE HAPPY FOREVER!!!




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