jueves, 16 de abril de 2020

DECLARA, PROCLAMA Y COMPARTE SIN MIEDO LO ESENCIAL... Y VOLVERÁS A LA ALEGRÍA DEL AMOR

   Identificarse con un 'yo' especial y separado del resto de la vida (ego) para hallar la calidez de lo hermanado, la dicha de lo fraterno y la paz de lo unido, es tarea imposible por contradictoria e insensata. Si ahondamos en el fondo del sistema de pensamiento egoico, se revela su egótica e interesada impostura que disimula con falaces discursos de concordia, que no sólo enmascaran un ansia terrible por domeñar sino también de destruir a quien no se pliegue a sus designios. ¡Despierta! ¡Comprende! ¡Desenmascara! No te adhieras a lo que hiere en nombre de la cura, a lo que miente en nombre de la verdad, a lo que segrega en nombre de la unión, a lo que empobrece en nombre de la abundancia, a lo que odia en nombre del amor, a lo que malicia en nombre del bien y la bondad, a lo que mata en nombre de la vida. Siempre se siente lejano lo cercano cuando se buscan alcanzar las utopías imaginadas por el febril ego, que confunde el bienestar con la consecución de sus propios deseos y del alejamiento de sus particulares fantasmas, trayendo el malestar que decía querer evitar. Mas, esto es seguro, no hay temor que desaparezca manteniendo la fuente del mismo. Y, no nos engañemos ni un segundo más, el origen y manifestación de todo miedo es el ego, el 'yo' especial e interesado; por lo que para ir allende su nefasto campo de atracción, se ha de tener una honestidad y un coraje firmes para no seguir como un borrego al lobo con piel de cordero. Quítale todos los disfraces de acartonada sonrisa al llanto. El Amor, en su paz y plenitud, libera, fortalece y perdona, jamás encadena, desprecia, culpabiliza u oprime... La palabras y razones, por hermosas que se configuren y por suave que se pronuncien, si angustian, debilitan, oprimen, desprecian, apresan o culpabilizan, sin duda alguna, no provienen del Amor sino del ego. Por contra, las palabras y razones que vienen del Amor, por rotundas y directas que suenen, son bendiciones que destruyen lo que destruye, quedando sólo lo que nos une en comunión de vida eterna: ese 'Yo' que es un 'nosotros infinito', y no el reducido y reductor 'yo' especial que nos tentaba, y que únicamente era delirio e ilusión. 

   En resumen, nada bueno hallarás en el 'yo' especial, porque nada bueno hay en el ego; lo que niega el Amor de Dios jamás nos devolverá a Él, lo que cuestiona nuestra naturaleza espiritual nunca la aceptará en su totalidad, lo que quiere para sí no puede compartir de corazón, lo que miente a sabiendas no aceptará la corrección. Reconocer la incongruencia del ego y repudiarlo, es volver al Amor. En consecuencia, declaro, comparto y proclamo: no soy un ego, no eres un ego, nadie es un ego; somos del Amor, no del miedo; de la Verdad, no de las mentiras; del Perdón, no del resentimiento; del Milagro, no de la maldición; de la Luz, no de las tinieblas; de la Vida, no de la carne y la muerte.. Por eso, soy feliz. Y, por serlo, es lo que quiero de todo corazón para ti y para tod@s. Por eso, ahora te invito, amig@, a ahondar, meditar, concienciar y comprender en esencia... ¡te invito a Despertar! para que nos unamos en lo esencial, y lo declares, proclames y compartas... Sí, para que seas y seamos tod@s, de veras, felices.

KHAAM-EL  


Declara, proclama y comparte 
la magnífica plenitud el Espíritu...
somos del Amor, la Dicha y la Luz,
de la Vida y la Bendición;
no del miedo, la tristeza o la oscuridad,
no de la muerte, ni de la maldición.
Somos de la Divina Unicidad;
jamás del ego y sus dolorosas vanidades.



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