viernes, 10 de abril de 2020

ESPERANZA EN LA DESESPERANZA


-Del viernes santo al domingo de resurrección-

"Os he hablado esto para que no os escandalicéis. Os excomulgaran de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os de muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido al Padre ni a mí. Os he hablado esto para que cuando llegue la hora os acordéis que yo os había avisado. No os dije estas cosas desde el principio porque estaba con vosotros. Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: '¿Adónde vas?'. Sino que por haberos dicho esto, la tristeza os ha llegado al corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Espíritu Santo. En cambio, si me voy, os lo enviaré."
Juan 16:1-7








Mundo...
Cuando el día se convierte en noche cerrada
y el aleteo de la muerte 
sobrevuela el huerto de la esperanza 
con la angustia de la desesperación
surgida por la vil persecución 
que la arrogante ignorancia del poder mundano
ejecuta sobre el humilde y manso de corazón,
al confundir el bien con el mal, 
la ganancia con aprovecharse de otros
y la paz con breves y estratégicas treguas
dispuestas a romperse a la menor oportunidad,
la alegría de lo fraterno es crucificada por la ira
de un enfrentamiento ciego contra el Amor
que es considerado temible para el status quo del ego.










Cielo...
Más no hay poder alguno en el mundo,
ni carne rota ni sangre derramada 
por el terrible pasar de sus vanidades
que pueda evitar la resurrección de lo amoroso,
que cual ave fénix retoma su vuelo más alto, si cabe.
Las victorias del ego son, finalmente, sus peores derrotas.
Ríe pues en el llanto,
ten esperanza en lo desesperante,
vive en paz en medio de los combates,
ama aún atacado o despreciado por la ira que el miedo engendra...
Toma tu cruz y sigue la senda estrecha de la verdad
que es iluminada por el eterno triunfo esencial
del peor fracaso que la forma tuvo en el tiempo.
El Espíritu vence a la carne sin necesidad de enfrentarse a ella.

KHAAM-EL
´


La luz triunfa, sin esfuerzo, sobre las tinieblas.
Mantén, pues, la esperanza en las horas más amargas,
las victorias del malicioso ego
son, finalmente, sus más estrepitosas derrotas...



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