miércoles, 29 de abril de 2020

RENUNCIAR AL EGO ES RETORNAR A LA VERDADERA VIDA

   Hacer el bien para ser reconocidos en él no es en realidad hacer el bien; ofrecer regalos para obtener una contraprestación no es un verdadero regalar, sino, más bien, una encubierta exigencia; iniciar una búsqueda espiritual o religiosa para la propia y particular iluminación no es una auténtica búsqueda espiritual; ergo, no es el inicio de un encuentro relevante con lo inefable, ni alumbrará, siquiera brevemente, la oscuridad sentida, porque querer luz con lo oscuro es oscurecerse incluso más si cabe. Ahonda. Reflexiona. Pretender saber catalogando y describiendo lo transitorio es ignorar lo esencial, e ignorar lo esencial es no saber lo que hay que saber, y creer saber lo que no se sabe, sólo es arrogancia y vanidad; puesto que prestar atención a lo irrelevante en detrimento de lo en verdad valioso, angustia y desespera en lugar de alegrar y esperanzar. Por lo recién reflexionado, si de veras se quiere el bien, se busca lo esencial de la espiritualidad o la religiosidad, y se anhela la luz del auténtico saber, hay que renunciar, con humilde honestidad, al sistema de pensamiento egoico y a todo su superficial e interesado modo de ver y segmentar. Es esto, recién ahondado y reflexionado, el meollo mismo de la rotunda aseveración de Jesús de Nazaret reflejada en Mateo 16:24-26: "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida (el cuerpo y sus intereses), la perderá; pero el que pierda su vida (la del cuerpo) por causa de mí (la Verdad y el Amor), la hallará (la vida eterna del espíritu). Pues ¿qué provecho obtendrá uno si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará uno a cambio de su alma?".

KHAAM-EL



Cuando la voz de la Luz y la Verdad
es la única voz que atendemos,
ignorando la del ego,
retornamos a la plenitud de Dios,
a la Divina Unicidad,
al Amor y la Alegría,
a la Paz y la Bendición,
a la verdadera y Eterna Vida.




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