domingo, 10 de mayo de 2020

BUSCAR SATISFACCIÓN Y SEGURIDAD EN EL MUNDO LLEVA AL DESASTRE

   Mira con total atención hacia donde no querías mirar (el interior) y dejarás de darle significado a la interesada mirada externalizante que todo lo catalogaba y juzgaba desde su separativa y victimista sensación de personal y excluyente realidad ensoñada. La satisfacción que conlleva la consecución de cualquier objetivo mundano -por importante y crucial que se considere-, al estar inevitablemente condicionado por la percepción limitada que identifica la consciencia con los cuerpos, es ilusoria, frágil e inestable, como ineludible consecuencia de su temporal alcance. En cambio, la verdadera satisfacción se encuentra en la trascendencia de esa condicionada objetivación egoica, gracias a una mirada amplia y honesta que reconoce la inconsistencia de querer darle consistencia a lo inconsistente o la invalidez de intentar validar lo aparente como esencial. Sólo la consciencia presente es satisfactoria de todas todas, al devolver el común sentido de lo divino, de lo indiviso, de lo de veras amoroso, benéfico y sereno a la identidad que se despliega por un tiempo en el tiempo para recordar la Identidad Inmortal que la alienta. Puesto que, al estar esta Identidad Sagrada libre de los obsesivos pensamientos de protección personal que encarcelaban tras rejas y rejas de teorías, conceptos, suposiciones y elucubraciones que pregonan lo incierto como seguro, lo supuesto como verdadero, lo vano como enjundioso, lo temeroso como asesor aconsejable (cuando precisamente es el más desaconsejable), acumulando yerro tras yerro mientras se inventan miles de excusas (por no decir mentiras) con las que disimular la ineptitud de mostrar como ciencia y sapiencia la controversia y la ignorancia derivadas de datos manipulados y manipulables al gusto del pregonero, puede uno retornar a la vivencia de la Infinitud del Ser. 

   Ahonda, comprende y despierta. Dejar gobernarse en lo esencial por lo banal es ir al caos y el desastre. Negar, ocultar o tergiversar las señales de los tiempos, las tendencias que van revelando a dónde conduce mantener esa egoísta, divisora, manipuladora y amedrentadora manera de pensar y de relacionarse (ésto es válido no sólo entre unos pocos sino para la relación que establece el mundo entre sí), que reiteran e iluminan en pequeños -y también grandes detalles- lo evidente, conduce -sí o sí- a la catástrofe que sus insistentes avisos hubieran posibilitado corregir. Abandona, pues, tu viaje al infierno dejando de soñar egoicos cielos en los que te estrellas una y otra vez, y despertarás en el Bienaventurado Cielo que realmente nunca dejaste. ¡Despierta, sí, ahora, aquí! Como dice 'Un Curso de Milagros': "Aprende, pues, el feliz hábito de responder a toda tentación de percibirte a ti mismo débil y afligido con estas palabras: Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir. Y yo soy Su Hijo. De este modo se invita a la fortaleza de Cristo a que impere y reemplace todas tus debilidades con la fuerza que procede de Dios, la cual es infalible. Y de este modo también, los milagros se vuelven algo tan natural como el miedo y la angustia parecían serlo antes de que se eligiese la santidad. (...) Tú eres tal como Dios te creó, al igual como también lo es toda cosa viviente que contemplas, independientemente de las imágenes que veas. Lo que percibes como enfermedad, dolor, debilidad, sufrimiento y pérdida, no es sino la tentación de percibirte a ti mismo indefenso y en el infierno. No sucumbas a esta tentación, y verás desaparecer toda clase de dolor, no importa dónde se presente, en forma similar a como el sol disipa la neblina. Un milagro ha venido a sanar al Hijo de Dios y a cerrarle la puerta a sus sueños de debilidad, allanando así el camino hacia su salvación y liberación. Elige de nuevo lo que quieres que él sea, recordando que toda elección que hagas establecerá tu propia identidad tal como la has de ver y como creerás que es." (Texto 31. VIII:5-6).

KHAAM-EL



Deja de fabricar infiernos
que confundes con efímeros cielos.
Encuentra la gloria infinita de la Divina Unicidad; 
el mundo es pasajero, tu verdadero ser, eterno.
Vive con Corazón;
no sigas las indicaciones del miedo
que quiere oprimirlo, aterrorizarlo y romperlo,
y te elevarás por encima de todos los desastres
con los que el mundo quiere encadenarte.



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