1.
Busca la Verdad en lo hondo, en lo recóndito de ti. Pues, de cierto, la Verdad se encuentra indestructiblemente grabada en lo más íntimo del alma. Es la luz del Ser, la plenitud de la Vida, la paz de Espíritu, la comunión presente de lo Eterno, el gozo inefable del Amor, la infinita gracia de la Divina Unicidad.
2.
Nunca dura para siempre la forma;
mas para siempre palpita la esencia
en la sagrada vida que la ahonda.
3.
Sintonizar con lo realmente real, la Realidad Última y Primera Sin Opuesto, es aperturar la consciencia hasta que la consciencia de concienciar la consciencia misma revele el Gran Silencio (la Divina Unicidad, Lo Inefable) que despierta, con rotunda evidencia sublime, de la terrible pesadilla que quería vana e inútilmente concertar el discursivo desconcierto egoico con una paz y plenitud que trasciende todo discurso personal/perceptivo.
4.
Vive y no te inmiscuyas en la vida
de tu prójimo si este no lo pide
o, aunque busques dicha, tendrás desdicha.
5.
Cuando sientas desfallecer tu ánimo, descansa y medita; el vigor de lo sutil y eterno fortalecerá tu alma. Cuando sientas soledad o angustia, adéntrate en el corazón y ora; la comunión serena con la Divina Unicidad te acompañará más allá de la aparente hostilidad o desprecio que la forma y el tiempo muestren. Cuando te sientas confuso y perdido, reflexiona y acepta que sabes que no sabes; la Luz de lo Santo aclarará la ceguera que el ego imponía con sus irracionales razones.
6.
Descubre la estrella que brilla en tu interior y sigue la dirección que su luz te indique. Dejarás, así, de estrellarte cegado por el vano y efímero destello del torpe poderío mundano, constructor de colosos con pies de barro y forjador de engañosas felicidades que se destruyen y apenan a sí mismas por sus mezquinas expectativas.
Cuando sientas desfallecer tu ánimo, descansa y medita; el vigor de lo sutil y eterno fortalecerá tu alma. Cuando sientas soledad o angustia, adéntrate en el corazón y ora; la comunión serena con la Divina Unicidad te acompañará más allá de la aparente hostilidad o desprecio que la forma y el tiempo muestren. Cuando te sientas confuso y perdido, reflexiona y acepta que sabes que no sabes; la Luz de lo Santo aclarará la ceguera que el ego imponía con sus irracionales razones.
6.
Descubre la estrella que brilla en tu interior y sigue la dirección que su luz te indique. Dejarás, así, de estrellarte cegado por el vano y efímero destello del torpe poderío mundano, constructor de colosos con pies de barro y forjador de engañosas felicidades que se destruyen y apenan a sí mismas por sus mezquinas expectativas.
KHAAM-EL
Aquí y ahora,
por muy oscuro, opresor y angustioso que parezca todo,
puedes evidenciar
la libertad de ser sin condiciones
indagando con consciencia en la Verdad,
gracias a la Gracia de un iluminador reConocimiento directo
que trasciende el memorístico aprendizaje egoico
con el total enmudecimiento de todas sus mal aprendidas falacias.
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