miércoles, 6 de mayo de 2020

¡DESPIERTA Y VIVE DE VERAS!


Preséntate en el vacío de lo conceptual
para llenarte de lo esencial,
para detener el giro de lo evanescente,
para hallar la Presencia inafectada por el tiempo
que nos alienta, bendice y hermana.
Ausente del ahora, del aquí,
del instante sagrado del espíritu,
sólo sientes carencia, duelo y desesperanza...
No abandones el Amor
ni desprecies la sencillez de lo espontáneo
por las calculadas mentiras del ego
que quiere usurparte la vida
ocupando tu ausencia con su presencia;
pretendiendo ser tú: negándote,
halagándote, culpándote, distrayéndote,
menospreciándote, confundiéndote,
dividiéndote, enfadándote, apenándote...

No requieras ser más
desde la sensación de menos
o perderás aparentemente ganando;
no pretendas unión
desde el dolor de lo quebrado
o gemirás incluso con gente a tu lado.

Triunfar sobre el común percibido
compara, aísla
y ensoberbece el ánimo
hasta cotas de gelidez tremendas
que endurecen el corazón
con capas y capas de excusas vanas
donde la euforia y la pena se dan la mano
estrangulando la dicha del alma
con la cólera de lo atormentado.

La soledad de las cumbres
por la arrogancia de lo especial codiciadas
es privación de cercanía y llaneza,
demente sordera de mente
que sólo atiende al ansia invidente
de la visión fragmentada
que con estulticia supina al alma desalma
por la desconfianza de un corazón roto
que, no queriéndose, quiere que le quieran.

Fugaz y frágil anhelo de permanencia
es el incosecuente afán de peculiar recuerdo
en aquello destinado al olvido,
en aquello ideado con cuidado descuido
de parecer sensato
aunque no sea más que una absurda parodia
el pretender que lo mortal sea inmortal
mientras lo inmortal queda menospreciado
y relegado
por los petulantes juicios sesgados
de un ego imaginado como no imaginario
entronizándose en lo que se aja y perece.


¡Comprende y Conoce!
Éxito temporal: volátil sueño
de gloria
que troca en pesadilla de oquedad y demencia...
pues la grandiosidad es un inútil empeño
de la pequeñez.
No la atiendas más
y escucha el silencio del silencio
que despliega el Silencio
armonioso y vibrante
que resuena en el hondón del corazón
cuando se acalla la febril verborrea
de lo olvidable,
haciendo -de nuevo-
fácil y accesible lo inolvidable.

¡Conoce y Comprende!
Brama el viento como única voz
en la nevada cima doliente...
Y su estruendo es crepuscular velo
ocultando el haz de la Palabra
Vivificante.
La ausencia
-Verbo difuminado- construye
nadas que segmentan el espacio.
¡Cielos sin lumbre!
Sólo hueros sentidos
presintiendo ornamentados cementerios
cuyos sepulcros de breve deleite
inhuman espíritus dormidos...

¡Ahonda y Despierta!
Todo el océano se derrama
en un instante
de áspero duelo
cuando el pensamiento escoge ciego
y ufano
su propia evanescencia,
su propia impropiedad,
su propio renuncio a lo irrenunciable,
sus propias ausencias de lo mollar,
sus propios improperios
de laberínticos devaneos
de astucia boba, sufriente alegría
y moribunda vida.

¡Despierta y Vive de veras!
No te aferres a lo que se desvanece.
Auséntate de la ausencia
y estate presente en la presencia.
Ahora, aquí, siempre...
hay distancias que muestran lo indistanciable
y silencios del corazón que comunican
inacabables bendiciones para todos...
Sé siendo sin codicia, dación inmediata del alma...
Sé de verdad, sin ocultaciones ni escondrijos,
viviendo a corazón abierto,
sin miedo ni mentiras, con bravura
e inquebrantable fe en la Divina Unidad.

¡Vive de veras y Comparte!
No te sueltes jamás de lo eterno.
Ama sin medida, aun rodeado de medidas,
y lo inconmensurable brotará irrefrenable
desde el núcleo celeste que el alma reside.
No temas y convive...
La ausencia de ausencia es plenitud...
Encuentra siempre aquí, ahora,
el encuentro definitivo y radiante
en la comunión de la relación santa,
en la unicidad del propósito puro,
en la intimidad de lo íntegro e indiviso,
en la bienaventurada infinitud del Ser...
Dios y nosotros, nosotros y Dios,
en esencia y eternidad,
nunca pudimos estar realmente separados.

KHAAM-EL




No tengas prisa por alcanzar no sabes bien qué
y mira lo de veras importante...
¡Comprende y Conoce!
 Los petulantes juicios sesgados
de un ego imaginado como no imaginario
entronizándose en lo que se aja y perece,
sólo traen pesadillas y horror.
Abandona sin reticencias al ego,
y encuentra lo indivisible.
Sé aquí y ahora consciente, 
en comunión con la vida y no con la muerte...
Ausente de la ausencia... siendo presencia viviente 
en paz, dicha y plenitud...
Uno con todos y Uno con la Vida.



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