miércoles, 27 de mayo de 2020

ABANDONAR LA PELEA DE LOS JUICIOS EGOICOS ES LA ENTRADA A LO INDIVISO Y PLENO

   Renuncia a los juicios nacidos de tu perspectiva personal y no habrá odio ni pena en tu corazón. No denotes a la ligera tu percepción sensorial y no limitarás tu existencia a cuatro conceptos aprendidos como un autómata. Ama con pasión la vida que vives, aún en medio de la sinrazón o el automatismo más ciego, y todo será un milagro. Álzate y camina con decisión la vía de la consciencia, atraviésala con humilde y transparente mirada. Detenerse en minucias sin sentido que parecen escindirnos es perder el sentido esencial que nos encamina más allá de lo circunstancial y efímero. Ahonda. Reflexiona. Medita. Camina hasta el final de la senda de la autoindagación honesta y estarás de regreso a lo real, desvaneciendo todas las ilusiones elaboradas por un 'yo' que creíste pero que no fuiste, que no puedes ser, que no podrás ser. Despierta de las conjeturas que se retroalimentan a sí mismas en un bucle de absurda reiteración y muere a la muerte saludando a lo esencial con alegría, recibiendo lo imperdible con gratitud inmensa, porque, tras un instante de negrura y desesperanza que encubría lo inefable, el ego, el 'yo' particular y peculiar, se desvanece sin dejar rastro, reencontrándote con la pureza de lo Divino aquí y ahora, al entrar a la intemporalidad de lo santo, a la indivisible plenitud del Amor, con paso firme y corazón pacífico.

   No te pelees más contigo mismo al pelear contra el mundo y perdónale todo ese enfrentamiento por naderías que tomaba/tomabas por importantes. En el ego nadie sabe realmente el porqué hace lo que hace. Queda, pues, al instante en paz con todos, contigo, con la vida, con la muerte, con Dios, con no Dios, con lo percibido y con lo imperceptible. Dale un abrazo a lo que une y te sabrás infinito. Dale un abrazo a lo que no separa y te sabrás indiviso. Dale un abrazo a lo esencial y te sabrás inmediato. Y ¡Bendiciones! Ahora miras con ecuánime mente y abierto corazón. ¡El perdón se ha consumado! Y una vez te sabes infinito, indiviso e inmediato, te sabes el abrazo mismo... en bienaventurada comunión con la Divina Unicidad.

KHAAM-EL



Abandonar la pelea de los juicios egoicos
apertura la mirada del alma...
De nuevo lo ves todo con los ojos del Cielo,
y puedes entrar en el reino de lo indiviso y pleno
que siempre ha estado presente en el presente puro.
Al fin estás en el mundo sin ser del mundo,
pasando por el tiempo sintiendo la eternidad,
viviendo en el júbilo, la certeza y la paz 
que en tu corazón,
enamorado de Amar por el Amor Mismo,
sin impedimento alguno ahora reinan.


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