martes, 10 de mayo de 2022

EL FIN DEL SUFRIMIENTO

     Abandonar el mero lucro del interés personal, con honda y resuelta convicción, es ganar el común y liberador compartir esencial que nos devuelve allende el origen de la miseria y decrepitud de la egoica condición humana. Lo que antes engañaba, ahora se ve descubierto en su treta. Lo que antes seducía, de pronto se contempla en su grotesco y repulsivo disfraz. Lo que antes era motivo de risas, de súbito es reconocido como simple distractor de la profunda pena y la pertinaz desesperanza. Lo que antes se consideraba importante, ahora es visto en su falaz nada. Al fin un rayo de luz, desde lo más hondo del alma, ilumina las tinieblas señalando una nueva dirección de prometida redención, de segura iluminación, de pronta liberación.
    Y cuando, por la humilde rendición del ciego y desconfiado yoísmo se elige algo nuevo y diferente a la resentida memoria que todo lo prejuzgaba: la puerta de la esperanza se abre, a la par que las puertas del infierno se cierran. La desesperación, la fragilidad de ánimo, el miedo, la furia, la tristeza, la culpa y la vergüenza, quedan atrás borrándose de una memoria que se colma en luz, que se desborda en dicha y rebosa irrefrenable merced a un Amor puro, infinito y dador de gracia. Todo el sufrimiento, el desánimo y el dolor, surgidos del pensamiento/sentimiento de estar separado de la plenitud de Ser, es desvanecido con la rotunda e indubitable vivencia de la comunión de Espíritu, con la bienaventurada y eterna unicidad de la vida en el Corazón de DIOS.

KHAAM-EL


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