Los fuegos de artificio dibujan en el aire fugaces colores, al igual que los deseos materializan en el aire volátiles logros. Lo pasajero es un sueño... Y anhelar sueños, doloroso; porque querer lo que se esfuma, acaba en pesadilla, lamento y sufrimiento. Mira de frente lo que hay. Apegarse a lo caduco es desarraigarse de lo permanente, descuidando, por tanto, la verdadera relación, la genuina libertad de unión, la comunión de vida; optando por el abigarrado apretujón del ávido egoísmo que a aquello que rejunta, al poco, finalmente enemista. Paúsate. Es evidente que hablar y hablar de lo sin significado, y mirar y mirar lo cambiante, y valorar y valorar lo que desaparece, no sirve realmente de nada. Fantasear es caminar entre espejismos, olvidar la vida, futurizar anhelos pretéritos relegando el presente. Sigue sin demora ni titubeo a la Verdad que te libera, y, como dijo el Cristo en Jesús, "dejad que los muertos entierren a sus muertos". Permítele al Amor derribar las coloridas paredes de la sepultura de la carne, para que así resplandezca la Luz del Ser. No te demores. Es doloroso. Sal de ese tentador sepulcro que esconde tinieblas tras sus maquillajes y vestimentas. Despídete de la oscuridad. Abandona el seductor sueño de la muerte, y, como un nuevo Lázaro, sigue al Mensaje de la Luz y la Vida, al Mensaje que resucita... Sigue a esa mirada limpia, a esa Luz interior que no parpadea ni enceguece sino que, con su benéfica irradiación, te guía dulce y certeramente hasta el recuerdo de DIOS y Su Amor sin condiciones. Confía. Camina hasta el final de ti mismo para Ser de verdad libre... Un nuevo sol resplandece, un nuevo día ha llegado para permanecer en tu alma llenándola de esperanza, disolver las brumas del miedo y mostrarte cómo, aunque al principio no se entendiera, todo tiene un hondo sentido; colmándote con alegría, bendición y paz. No te avergüences de extender la santa pureza de la perfección del Amor. Canta. Canta. Cántale al Amor... El Mensaje te tomará y vivirá en ti, para darte la fortaleza de la verdadera Vida. ¡Confía, sí! ¡No caminarás sólo! Aparecerán y te acompañarán Hijos de la Luz, Testigos de la Verdad, Ángeles de Dios -como tu propia esencia es allende los carnales muros-, y juntos, en la unicidad de propósito, por la gracia, conoceremos lo que Es antes del principio: la Eterna Plenitud de DIOS.
KHAAM-EL
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