martes, 31 de mayo de 2022

HUMANO APRENDIZAJE, DIVINO DESPERTAR

    Perjudicar a sabiendas al prójimo (aunque sólo sea uno) por el bien de otros, no es bien sino mal. Y el mal es mal por mucho que se disfrace de bien, y sus aciagas consecuencias más pronto o más tarde se harán notar. Por eso, cuando en el comportamiento humano prevalece la codicia, la ignominia y la deshonestidad en detrimento de la fraternidad, la honorabilidad y la honradez, normalizándose aquellas como actitudes válidas para alcanzar un fin por benéfico que este se plantee, las semillas de la desconfianza, la ruptura y la colisión han sido sembradas. Llegará un inevitable día que germinarán y esparcirán por doquier sus malignos frutos. Más cuando esto suceda no será un castigo ni una despiadada tortura, será un duro aprendizaje por considerar al egoísmo un consejero válido, una clara oportunidad para rectificar y elegir de nuevo qué sembrar, y prevalezca así lo fraterno, honorable y honrado sobre la codicia, la ignominia y la deshonestidad. 
    El tiempo, aunque muchas veces no se comprenda, es siervo de la eternidad y maestro que erradica ignorancias. La Verdad del Espíritu, la Amorosa Plenitud de DIOS, finalmente y allende cualquier duda, fue escogida por todos en lugar de las mentiras del ego que no sabe lo que piensa, dice y habla. Y en un inimaginable Despertar a lo Divino se consuma el humano aprendizaje... Aquí y ahora de manera natural y sencilla, en un instante aglutinador de todos los tiempos, en un instante iluminador de todas las oscuridades, en un instante que apareja lo inefable mediante un sublime y total perdón, en un instante que desvanece todos los limitantes instantes en un intemporal abrazo de Infinitud y Vida, de Gozo y Comunión, todo adquiere hondo y santo significado.

KHAAM-EL


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