LA PAZ DE DIOS ES DIVINA UNICIDAD

    Conocer de veras imposibilita el engaño. Vivenciar la vida en su eterna llenura de espiritual unicidad, derrota al fugaz imperio de la carne y la muerte sin necesidad de luchar. Conócete allende cualquier inercia de pensamiento y conocerás el principio de lo sin principio en el fin de lo que realmente no fue. Ahonda en el núcleo del instante. Muestra lo que en lo hondo eres de manera espontánea, natural, feliz, en paz; no lo que piensas y calculas en comparanzas de estratégica actitud estresante. Un pensamiento no es toda la mente, aunque se piense; un cálculo no es la verdad, aunque se suponga; una comparación, por su tensionado juicio, restringe la realidad con un parcial e ilusorio posicionamiento por mucho que pretenda afirmarla. Ver claramente lo que no es, devuelve la consciencia a lo que sí es. Toda paradoja que no se creía tal, queda desecha por su paradoja especular: imagen y reflejo desaparecen en la indivisa transparencia de una consciencia limpia de ideas separativas, sin cálculos ni comparanzas elevados al rango de axiomas. Entonces... la paz viene a ti desde ti hasta lo infinito; desde uno hacia unos, en un Uno sin segundo. 

    Exonera, pues, al mundo, precipitadamente juzgado aparte, de ser el causante de tu sufrimiento, y este desaparecerá como la momentánea espuma en el anchuroso mar del que es, de cierto, inherente. Confía. Vibra lleno de presente. Palpita en el Amor ahora, aquí. No demores la eterna dicha de la plenitud, por valorar por encima de lo principal un secundario ensueño de temporal parcialidad. Deja de pelear con tu soledad para sentirte acompañado; en la comunión del Espíritu jamás ha habido apartados, despreciados o rehuidos... No hay brechas reales en lo ilimitado, ni ausencias que valgan en lo infinito. Exime al prójimo de rencorosos reproches. Ora. Medita. Ama. Limpia la mente de personales pensamientos y vive en el Espíritu... La paz de DIOS vendrá a ti, sí, desde lo íntimo a lo ilimitado, como la sonrisa acompaña a un instante grato o como la sed se aplaca tras beber la fresca agua de manantial.

KHAAM-EL