sábado, 13 de enero de 2024

CONFIAR EN LO INCONDICIONAL VENCE TODO EGOICO CONDICIONAMIENTO

    Zambúllete en las cristalinas aguas de la gracia Divina, y permite que tu dolorosa y seca particularidad sea disuelta en el infinito e insondable océano de la paz de Espíritu.
   Nada en especial hay que hacer. Absolutamente nada... tan sólo confiar, amar, vivir.
   No creas nada que la egoica imaginación pueda concebir o planificar, y déjate sorprender por el milagroso despliegue de Lo Inefable tanto en lo apacible como en lo turbulento, tanto en lo perfecto como en lo imperfecto, tanto en lo abundante como en lo carente, tanto en lo saludable como en lo enfermo, tanto en lo fácil como en lo dificultoso, tanto en lo que gusta como en lo que disgusta. No imponerle condiciones a Lo Incondicional, en este condicionante mundo temporal, colma de verdadero significado a cualesquiera existencia hasta entonces desorientada de lo esencial por el artero influjo de lo mundano y aparente... Te sabrás, de veras, amado por el inextinguible Amor de DIOS VIVO, que nos empuja, más allá de la carne y sus vanidades y veleidades, hacia una plenitud latente en el alma, que se manifiesta sin ambages en cuanto, libre y voluntariamente, decide Amar.
   Confía... Confía... Confía... Todo está bien en lo sustancial... Todo irá bien en lo mollar... No hay dificultad, para quien a DIOS VIVO se encomienda, que no sea resuelta; pues todo este contradictorio mundo acabó, por la gracia de la Divina Unicidad, perfectamente bien en Espíritu y Verdad, transfigurado por/en el Reino de los Cielos.
   No temas. Cuando las dudas pretendan minar tu fe, recuerda las serenas aguas de la gracia Divina, ahora, aquí... Todo es para bien cuando lo dejamos en manos de DIOS. Fíate de Su Santo Espíritu y vivirás el milagro de saber que Su Santo Espíritu es en todos, inspirándonos, guiándonos, fortaleciéndonos, si a Él pedimos consejo, dirección y determinación... Y, como la aurora disipando la larga noche, el júbilo de la relación fraterna terminará con la desdicha del egoísmo, y la bondad del alma derrotará a la malicia de lo carnal, y la luz clara y humilde de lo bendito no se entenebrecerá nunca más con la jactancia de lo maldito, y la paz de DIOS apaciguará para siempre todo encono, y el Amor triunfará sobre cualquier temor y resentimiento, y la Vida Eterna del Espíritu acabará definitivamente con el opresivo imperio de la muerte.

KHAAM-EL


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