miércoles, 10 de enero de 2024

INTROSPECCIÓN


    Frenesí. Delirio. Furia...
    Pasmo. Dislate. Cobardía... 
    Observación. Atención. Constancia... 
    Ecuanimidad. Cordura. Amor.

    El rumor o el fragor que las olas susurran o retumban, cuando besan o braman al litoral que abraza el inmenso mar en su anchurosidad, sosiega y armoniza dulcemente las pequeñas mentes agitadas, o, con vehemencia, sacude las también pequeñas mentes apocadas e indolentes.
    La suave y poderosa voz del Espíritu es como esas olas, y el mar como el Espíritu mismo que abraza, besa y retumba en las costas de la carne, sintonizando a las pequeñas mentes que la acogen, atienden y celebran, con lo sutil y eterno, con la Mente Una de DIOS VIVO, según las libera del reductor y egoico apego al cuerpo, para que ambos extremos de frenesí o indolencia se disuelvan. Hallando así en el no apego, en el no ego, en el no competir ni combatir, en el Amor sincero, el inmaterial centro de ilimitada comunión en plenitud.

KHAAM-EL


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