sábado, 9 de marzo de 2024

AMOROSA REALIDAD ÚLTIMA


    El mundo percibido es aparente; de cierto, en su impermanencia, no es la realidad última. La muerte, a su vez, en puridad, es igualmente aparente; no existe. Las formas, como sombras, surgen y desaparecen en el tiempo. Una esfera, pirámide, cubo, etc., sin importar sus dimensiones, no dejan de ser meras imágenes representando perfiles con diversas trazadas qué, desgastadas y derrumbadas, se disipan como nubes al viento, desapareciendo para siempre tales particularidades diferenciadoras de superficial entidad. Más, el espacio que conformaba tales figuras, incólume, sigue igual en consistencia y esencia. De igual modo, los cuerpos que nacen, crecen, envejecen y mueren, junto a los pensamientos a ellos asociados, son meras figuras y constructos mentales de caduca expresión; sin embargo, el Espíritu que los anima: Es. Desaparecidos aquéllos, en real y última cualidad (Amor), el Espíritu perdura; pues, como nos recuerda sri Nisargadatta Maharaj: "la naturaleza del Amor es no ver la diferencia".

KHAAM-EL


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