domingo, 24 de marzo de 2024

EL ETERNO AMOR QUE SOMOS

    Retener o censurar memorias con otras memorias crea un relato que, olvidando lo esencial, prioriza lo superfluo.
    Cuando se camina en círculos se agota uno para regresar al mismo punto, y cuando se obra sin ton ni son, careciendo de cimientos, lo obtenido se derrumba inevitable. ¡Absurdo sinsentido! Igualmente, abrigar reproches e inquinas entrecruza razones que devienen sinrazones. Nadie perturba nuestra paz, salvo la propia ansia de reconocimiento y confort, de seguridad y control.
    Proyectar en el tiempo anhelos e ilusiones forja el armazón del ego... Brotan los desatinos en un eclipse de colores, y, como una sombra oscura, el luto de los trinos y el llanto de las flores acechan el humano tránsito, tiñendo de rojo la carne.
    Ahonda. Medita. Conoce. No somos especiales recuerdos, ni angustioso olvido. Tampoco somos acaloradas censuras ni fríos reproches pululando en el tiempo... Somos presente, infinito presente.
    Lo recordado se olvida, lo olvidado se ignora. Lo ignorado es inútil. Y lo inútil, doloroso, bilioso y superfluo. El Amor es inolvidable, por tanto, sabe; y lo que sabe: es útil, amable y prioritario. En consecuencia, aquí y ahora, el Amor es eternamente pacífico y jubiloso.

KHAAM-EL


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