Lejos del presente no hay nada excepto ilusiones vagando al albur de intercaladas memorias proyectando sus sombras, dibujadas como personales expectativas sobre un porvenir incierto. Aquí y ahora, abarcando todas las memorias y todas las humanas expectativas, la Divina Unicidad de Ser en DIOS, inmediata y consistente en su infinita e inefable plenitud, libera de tensiones al alma rendida a lo que hay, al alma confiada, amorosa y en paz, garantizándole la bienaventuranza espiritual aún rodeada por las vicisitudes del tiempo y de la carne.
KHAAM-EL
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